sábado, 22 de septiembre de 2018

00809 La Carolina

NACIDA EN BILBAO


Me enamoré de ella el primer día que me la presentaron. Fue un flechazo a primera vista; esbelta, dulce, alegre y sensual. Además, me encantó la historia de su nacimiento y su vida repleta de éxitos, hasta el punto de convertirse en todo un referente en la capital vizcaína.

Nos vemos poco. Solo cuando voy de visita a Bilbao. No acostumbra a airear su porte fuera de aquí. O yo por lo menos nunca la he visto. Y es que la Carolina es así, exclusiva y original.

Ya he comentado que me encanta el merengue, me vuelve loco el merengue, y si a esto le añadimos su justa proporción en el tamaño, una curiosa presentación y su facilidad para poder degustarlo sin hacer excesivos malabares..., además de ganarme por el  gusto, también me gana por el  corazón. Es el caso de la Carolina, uno de los tres dulces típicos de Bilbo, junto a los bollos de mantequilla y al pastel de arroz, y cuyos ingredientes principales son: merengue, hojaldre, crema pastelera o de coco, yema de huevo y chocolate.

Cuentan que un pastelero bilbaíno quiso sorprender a su hija el día de su cumpleaños con un postre especial. Al parecer, el merengue era su dulce favorito y a partir de él, ideó este vistoso pastel fácil de comer. Así, montó una espuma de merengue sobre una base de fino hojaldre relleno de crema pastelera. Para su decoración empleó una lámina de yema de huevo por un lado y otra de chocolate por el otro. El pastel recibió el nombre de Carolina, ya que así se llamaba su hija.

La marquesa de Parabere recoge esta receta en su primer libro "Confitería y Repostería" en 1930.

Cuando vayas a Bilbao, no dejes de saborear una de estas deliciosas Carolinas, si no son dos.










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