domingo, 31 de marzo de 2024

01309 ¿Redondas o Alargadas?

 REDONDAS Y ALARGADAS


Recientemente, en una conversación de café, un amigo me preguntó: “¿Cómo te gustan más las croquetas, redondas o alargadas?”. Me cogió la pregunta de manera tan imprevista, que no supe qué contestar. Para salir del paso, contesté que, si la masa de la croqueta estaba bien cocinada y tenía un buen sabor, me daba lo mismo su forma de presentación. Mi compañero de café me trasladó que, a él, le gustaban redondas. Y así quedó la cosa. Sin más debate al respecto. No tenía yo un día muy parlanchín.

Cuando llegué a casa, y mientras me disponía a vestir mi indumentaria doméstica, retomé conmigo mismo el asunto. Recordé entonces las primeras croquetas redondas probadas en mi vida. Fue en mi primer viaje a Santander, en el verano de 1994. Ya he comentado en reiteradas ocasiones mi falta de memoria para las fechas y sus derivados, pero esta ocasión la recuerdo, ya que mi hija Loreto, por aquel entonces, tenía meses. A partir de aquí, Cantabria, y en particular, Somo, sería nuestro destino vacacional familiar.

Hasta ese momento, las croquetas que siempre había comido tenían forma alargada. Y más que croquetas, parecían croquetones. Nada que ver con lo que se estila ahora. El caso es que aquellas primeras croquetas redondas que comí, recuerdo que fueron de queso, cabracho y cocido, dejaron en mi paladar un gratísimo recuerdo. Además de llamarme la atención, se comían de un solo bocado, recibiendo una explosión de sabores, y esto también era una novedad para mí.

Muchas cosas han cambiado en las últimas décadas, y el maravilloso y atractivo mundo de las croquetas, no ha estado ajeno a los cambios. En cuanto a las formas, además de las redondas o alargadas, he llegado a ver cuadradas y hasta triangulares. Por lo que respecta a los sabores, a las consabidas y tradicionales de jamón, cocido, queso, huevo duro y bacalao, se han sumado una legión de gustos. Parece que, en la actualidad, todo es susceptible de ser presentado en forma de croqueta. Al fin y a la postre, una croqueta no deja de ser, según la Real Academia Española de la Lengua, “una porción de masa, generalmente redonda un ovalada, hecha con jamón, carne, pescado, huevos u otros ingredientes picados, que, ligada con bechamel, se reboza en huevo y pan rallado y se fríe en aceite abundante”.

En resumen, lo que le dije a mi compañero de café, por decir algo y que ahora ratifico con la bata y zapatillas de estar por casa, si la masa de la croqueta está bien cocinada y tiene un buen sabor, me daba lo mismo su forma de presentación.

 

 

 

 







viernes, 29 de marzo de 2024

01308 Un Imposible

 PASANDO LOS DÍAS


Cuando no tengo nada que decir, escribo.
Cuando no tengo nada que escribir, observo.
Cuando no tengo nada que observar, pienso.
Cuando no tengo nada que pensar, es imposible.





jueves, 28 de marzo de 2024

01307 El Inconfundible Olor de la Lavanda

LIMPIO Y SERENO


Llegado el mes de junio, la aldea se perfumaba con unos aires limpios que bajaban desde los pies de la sierra. Puertas y ventanas de las casas se abrían, en señal de necesitaba bienvenida, para que el invisible huésped tomara posesión de estancias y alcobas.

La voz de la yaya Emilia, desde su silla de ruedas, durante estos días, se dejaba notar como nunca. Era la primera en despertar y en poner a funcionar la casa. Antes de sentarse todos a desayunar, Emilia ordenaba ventilar la casa. "Abrid todo de par en par, -decía-, que se ventile bien y que entre ese aroma limpio y sereno que viene de la sierra". A continuación, recordaba a los presentes, como una letanía, que desde que era niña, este olor siempre le había acompañado y proporcionado calma y bienestar. Tanto es así, que la lavanda se había convertido en algo imprescindible y vital para ella.

Cuando comenzaba el periodo de floración de la planta, se hacía necesario colectar los mazos y colgarlos boca abajo en el oscuro y fresco granero para dejarlos secar. Y a partir de aquí, Emilia se encargaba de dar a la planta un buen número de utilidades. Así, no había armario ni cajón que no alojara un ramillete de hojas de lavanda atado con un hilo e introducidas en una bolsa de tela, para evitar la presencia de ácaros y otros indeseables insectos. También, para aromatizar las estancias, gustaba poner ramilletes de lavanda en jarrones y floreros. Su aseo personal no era ajeno a la benefactora planta y se preparaba unos aceites con flores de lavanda secas y machacadas, agua destilada y aceite esencial de lavanda. E incluso a la limonada, le añadía un par de gotas de aceite esencial de esta planta.


Siempre pensé que la yaya Emilia había sido una mujer feliz, aún en los momentos difíciles, gracias a su querencia y afición por la lavanda. Gracias a ese aroma limpio, sereno, y que proporciona calma y bienestar.













miércoles, 27 de marzo de 2024

01306 Cae la Noche

 SOBRE UN MAR DE SUEÑOS


Las últimas olas llegan a puerto,
apenas la noche comienza a dibujarse en el cielo.
Plácida y lentamente,
como una caricia de consuelo.

El horizonte, adormilado,
baja el telón de los deseos
y el aire, perfumado,
busca acomodo entre los anónimos anhelos.

Cae la noche sobre un mar de sueños. 




lunes, 25 de marzo de 2024

01305 No Es lo Mismo

 AUNQUE PAREZCA LO MISMO


Decir que las cosas entran por los ojos es una obviedad. Como obvio es que, según se presenten, aún siendo lo mismo, no se reciben de igual manera. Vamos, que no es lo mismo sentarte frente a un aperitivo servido de cualquier manera, que con cierta gracia y delicadeza.

Así me lo cuentan estas fotografías que me han aparecido en un archivo y que no tenían nada que ver con el resto de imágenes. Supongo que las guardé porque en su momento me llamarían la atención. Son de algún aperitivo/homenaje que nos daríamos en casa. Aunque nos encantan los aperitivos, no son muy habituales, también por razones obvias, salvo llegado el fin de semana, que echamos el resto. Y como si de un acontecimiento especial se tratara, de alguna manera lo es, nos gusta disfrutarlo y presentarlo también de manera especial. En esta ocasión, los canapés están colocados sobre una sencilla teja de pizarra. ¡Anda que no nos da juego la teja! Aunque al paladar le da lo mismo cómo se presente el bocado, siempre acabo diciendo, "no es lo mismo".

En cuanto a la cálida luz, esta no estaba prevista. Sencillamente es que ese día hacía mucho calor y bajamos el toldo de la terraza. Y también, no es lo mismo.





domingo, 24 de marzo de 2024

01304 La Cita

 FELIZ ESTAMPA


Como cada tarde,
acudió a su cita con el corazón 
de musas y aires.

Miró a través de él,
la belleza de un paisaje sin nombre
y escuchó el desapercibido latido
del sol cuando se esconde.

En la despedida, 
acarició su silueta de ramas
y agradecido,
retornó a su casa con la feliz estampa.


sábado, 23 de marzo de 2024

01303 Los Mejillones con Ajoperejil

CAMBIO DE RUMBO


Lo cierto es que pensaba cocinarlos con una salsa de tomate picante, pero me acabo de cerciorar que en un bol que dejé en el frigorífico hace un par de días, todavía quedaba abundante ajoperejil. Debía estar pensando en las avutardas, algo muy habitual en mí en los últimos años, porque hice tan preciada salsa para toda la comunidad de vecinos.

Tras alguna duda, decidí que ese era el momento de utilizar el ajoperil, aunque no estuviera previsto, porque de otra manera, acabaría la salsa en el cubo de los desperdicios y esto en casa no se contempla, salvo en caso de descuido extremo.

Así que limpié los mejillones, los cocí al vapor y los saqué a la mesa junto al bol de ajoperejil, para que cada uno se pusiese la cantidad de salsa que se le antojase. Huelga decir que estaban deliciosos. El mejillón estaba al capricho y la salsa también. Fue un acertado cambio de rumbo.






01302 La Frittata de Espaguetis

 OTRA DELICIA ITALIANA


La gastronomía, más allá de cumplir con su principal objetivo, que no es otro que el de alimentar, tiene otras muchas virtudes y bondades. Por enumerar algunas; entretiene, sorprende, llegado el caso sirve como terapia, es imaginativa hasta el punto de convertirse en arte, es disfrute, asombra y no tiene límites.

 Cuando tengo oportunidad de salir de mi cuatro por cuatro, me gusta probar cosas distintas, que, si son de mi extremo agrado, "investigo" su forma de hacer y si no resulta muy complejo, la incorporo a mi laboreo doméstico. Es exactamente lo que sucedió con la receta que traigo en esta ocasión a las diez mil cosas que me gustan.

 No hace mucho, tuve la oportunidad de degustar un plato que me fascinó. Además de estar delicioso, me sorprendió. Desconocía por completo su existencia, como la de tantas otras recetas, pero esta propuesta me pareció tan original, sorpresivo y rica, que me dio lástima que se acabara. Igual lo estoy poniendo en valor en exceso, pero así me resultó. Mira que tengo ocurrencias, pero jamás pensé que pudiera existir la tortilla de espaguetis.

 Cuando llegué a casa ese día, lo primero que hice fue interesarme por la forma de elaborar una frittata italiana, no sin antes interesarme por su origen. Por lo que pude leer, se trata de un plato originario de Nápoles y Campania, y que originariamente se preparaba con sobras. En Campania, por ejemplo, se acostumbra a almorzar tortilla de pasta e incluso es una común propuesta para las salidas campestres. Habitualmente se emplea pasta larga, es decir, espaguetis, aunque no faltan versiones con pasta corta, como los macarrones. En resumen, se puede decir que nos encontramos ante una receta anti desperdicio, con pasta sobrante y que se vuelve a cocinar con huevos y queso rallado. Se cuece por ambos lados hasta que se forma una costra. Su presentación no tiene por qué ser atractiva sino compacta y apta para el transporte. Dicho lo cual, los tiempos cambian y con ellos, también los gustos y formas de hacer. Hay quienes prefieren una tortilla de pasta, alta y hermosa, frente a los que se inclinan por un resultado bajo y crujiente.

También existe la tortilla sin huevos, llamada "tortilla de scammaro". Se trata de una versión inventada por Ippolito Cavalcanti, duque de Buonvicino y gastrónomo de la cocina napolitana, quien la ideó ante la necesidad de proponer una preparación adecuada a los conventos para el período anterior a la Pascua, dónde estaba prohibido servir proteínas de origen animal.

 Como se puede imaginar, hay cientos de recetas al respecto. A mí, particularmente, me gusta la tortilla más bien crujiente. Su esponjosidad dependerá de la cantidad de huevos que se incorporen a la tortilla.

Ingredientes: Espaguetis que sobren de la comida, huevos en función de la cantidad de espaguetis y de los crujiente o esponjosa que se desee y aceite de oliva virgen extra.

Elaboración: Calentar en una sartén aceite de oliva, el suficiente como para hacer un sofrito. Añadir la pasta y dejar que se sofría bien por todos los lados. Batir los huevos. Añadir la pasta sofrita a los huevos batidos y mezclar bien. Verter de nuevo a la sartén caliente y proceder a cocinar como si de una tortilla de patatas se tratara. Cuando esté cuajada por debajo, dar la vuelta. Intentar que la tortilla quede dorada, pero sin quemar.

 

                                                                                   

 





jueves, 21 de marzo de 2024

01301 Los Paisajes de Postal

 DE CONTINUO MIRAR


Hay millones paisajes de postal. Creo que me resultaría más sencillo escribir sobre diez mil paisajes de postal, que sobre esta aventura en la que ando inmerso.

Los paisajes de postal te salen al paso en cualquier momento del día. Pero por acotar algo este calificativo dado al paisaje, diré, que para mí, un paisaje de postal es aquel capaz de retener tu mirada durante unos minutos, e incluso horas, y conferir un placentero estado de ánimo. Son aquellos que, como un imán, te atraen, atrapan e incluso hablan. Aquellos que se muestran tal y como la naturaleza los ha ido esculpiendo, tejiendo, pincelando, hasta lograr obras de arte de esplendorosa belleza. 

Observar un paisaje de postal es abrir la boca de asombro e imaginar lo distinta que sería la vida, si se pudiera formar parte de él. No piden nada, si acaso, un mínimo de atención y contemplación. Porque los paisajes de postal, también tienen su corazoncito. 



miércoles, 20 de marzo de 2024

01300 Los Pimientos Verdes con Morcilla

 PERFECTO HERMANAMIENTO


Para registrar la entrada número 1300 de este largo y entretenido caleidoscopio vital, ha venido a visitarme una tapa, a modo de aperitivo, recia y de contundente sabor. Se trata de morcilla, laureada por el siempre bien recibido pimiento verde.

Aparentemente, a la vista le puede parecer una propuesta ruda, contundente e incluso poco atractiva. Pero al sabor, le parece una tapa, a pesar de su sencillez, plena de sabor, en la que morcilla y pimiento se hermanan a la perfección. 

Una tapa de tasca con tradición, barra de bar de madera, semi oscura estancia y media docena de mesas, con sus respectivas sillas, para el recreo de sus parroquianos. Y frente a ella, a la tapa, un buen vaso de vino tinto para redondear el bocado. Lo que venga detrás, poco importa. Como llegar o no a escribir sobre diez mil cosas que me gustan. Misión imposible al ritmo que voy. En definitiva, no es llegar a la meta mi objetivo, sino disfrutar de cada momento vivido. Y aunque sea sorpresivo, también la morcilla y el pimiento forman parte de este proyecto tan atrevido.





lunes, 18 de marzo de 2024

01299 La Ensalada de los Seis Ingredientes

 PARA LOS DÍAS DE DESGANA Y POCO PENSAR


Tan solo seis ingredientes para una refrescante ensalada y plena de sabor: lechuga, migas de atún en aceite, tomate, sal, aceite de oliva virgen extra y vinagre de Módena. Es más que suficiente.

En el apasionante, atractivo y hasta divertido mundo de las ensaladas, -en este caleidoscopio vital ya llevo recogidas 28-, esta que se cuela en esta ocasión, es una de mis favoritas para los días de desgana y de poco pensar. O por lo menos, así me lo ha parecido hoy. Aunque también la tengo muy relacionada a mis días de dieta. Cuando me tocaba comer esta ensalada, aplaudía con las orejas. La única diferencia que estriba entre esta y aquella, es que el vinagre era de vino y no de Módena.

En fin, que lo mire por donde lo mire, me parece una ensalada muy sugerente, a pesar de sus escasos ingredientes. En numerosas ocasiones, en la sencillez es fácil encontrar la grandeza.






domingo, 17 de marzo de 2024

01298 Las Cucharitas de Aperitivo

 ALGO BUENO ESTÁ POR LLEGAR


Cuando veo en casa que sacan las cucharitas de aperitivo de la alacena de la cocina, sé que algo bueno va a suceder en los próximos minutos. Puede que sea que alguien va a venir a casa o simplemente, que toca un aperitivo en toda regla. Cualquiera de las dos opciones me produce alegría.

Habitualmente es Gloria quien organiza los aperitivos. Tiene buena mano, buen gusto y acostumbra a sorprender en este tipo de refrigerios. Además, sabe cuidar los detalles. Yo soy más zafio, así que me dejo llevar con sumo gusto. 

Las cucharitas acostumbran a contener deliciosos bocados que se traducen en un "¡Hummm!" de plena satisfacción y deleite tras su degustación. Pequeñas delicatesen bien armadas y conjuntadas, para hacer de los encuentros algo más fascinante. Sí, cuando veo las cucharitas de aperitivo, sé que algo bueno está por llegar.



sábado, 16 de marzo de 2024

01297 Atardecer de Cuatro Líneas

 CONFIRMADO


Lo dispuse todo al saber que vendría.
Me senté, miré al frente y esperé.
La dicha puede aparecer en cualquier esquina.
Hasta en un atardecer de cuatro líneas.

viernes, 15 de marzo de 2024

01296 Tostada de Vicio

"ESTÁ BRUTAL"


Traeremos a colación el manido dicho de "una imagen vale más que mil palabras". La verdad es que esta tostada, a la que tildo de "vicio", es muy visual y atractiva. Ya no cuento lo deliciosa que está. 

Entre semana acostumbro a cenar poco, por no decir nada. Pero llegado el fin de semana, me apetece poner algo rico sobre el plato, saborearlo y disfrutarlo. Tampoco mucha cosa. Lo suficiente como para acostarme con una sonrisa.

En esta ocasión, he vuelto a recurrir a los tomates de pera cherry confitados, entrada 00930 de este blog. Ya quedan pocos botes en conserva con los tomatitos cogidos en la huerta el verano pasado. Me da lástima que se acaben y máxime cuando no sé si este año me podré dedicar al huerto. Bueno, cuestiones varias al margen, a los tomates les he sumado mozarela, y lo he montado todo sobre una hogaza de pan de pueblo, untada también en tomate, con aceite y sal.

El resultado es de esas tostadas redondas y que saben a poco. De hecho, en un principio había elaborado una por cabeza, pero hemos acabado saboreando un par de ellas. Como dicen mis hijas: "Está brutal". Y no seré yo quien les lleve la contraria. 







01295 Calentando Motores

ALEGRÍA Y COLORIDO


Pues sí, vamos calentando motores para recibir a la primavera llena de color. La mesa no puede quedarse atrás y tiene también que sacar a relucir la alegría y colorido de determinados alimentos. Es el momento de comenzar a despedir a los platos contundentes y dar la bienvenida a otros más ligeros, pero no por ello menos apetitosos.

Y así, para materializar cuanto he dicho con anterioridad, propongo este alegre plato consistente en guacamole, entrada número 00592, una ensalada de arenques y remolacha, entrada 01259, un cogollo y unas anchoas. De todo un poco, ligero y con interesantes contrastes de sabores.

En esta ocasión, este plato no se enlaza con ningún recuerdo, historia alguna o anécdota. Solo quería poner color a la mesa y calentar motores. Así, cortito y directo.






jueves, 14 de marzo de 2024

01294 Las Anchoas Albardadas

 ANCHOAS REBOZADAS


Recuerdo que en mis días de infancia y juventud, las anchoas albardadas o rebozadas no me hacían mucha gracia. Comer, las comía, pues como ya he dejado de manifiesto, creo que en varias ocasiones, en mi casa materna no se podía decir aquello de "no me gusta".

Así que, un poco a regañadientes, las iba metiendo en el cuerpo. Cada vez que las veía sobre la mesa pensaba, que no decía, "otra vez comida de hospital". Y para qué contar la sensación de hambre que me dejaban después de comerlas. Si era para cenar, bueno, allá que te va. La hora de dormir estaba próxima y en la cama se pasan todos los males. Pero como fueran para comer a mediodía, no pasaban ni sesenta minutos, que ya tenía gazuza.

Eran otros tiempos. Ahora, me encantan. Bueno, me gustan desde que pasó la edad de la tontería. En la actualidad las recibo con deleite. Eso sí, una cosa no ha cambiado desde aquellos años, y es que me sigue dejando sensación de hambre, como todo el pescado en general. Así, que cuando toca comer anchoa albardada, tiene que ser en buena cantidad y a ser posible, acompañadas de una mayonesa y con el pan al lado. Y si buenas están recién hechas, para qué contar, las que sobran de un día para otro. De vicio.

Ingredientes: 1 kilo de anchoa limpia, 2 huevos, harina, sal y aceite de oliva.

Elaboración: Una vez limpias las anchoas, sin cabeza ni espinas, sazonar y pasar de una en una por harina y huevo, y freír en abundante aceite bien caliente. Sacar de la sartén y depositar en una fuente con papel de cocina absorbente. Servir.










miércoles, 13 de marzo de 2024

01293 Las Legumbres a Granel

 DE REGRESO A LA TRADICIÓN


Cuando me topo con una tienda de ultramarinos o similar y veo sacos o canastos con legumbres, es que no lo puedo resistir. Me fascina el espectáculo que se muestra ante mis ojos. La verdad de las legumbres en estado puro.

Rara es la vez que no acabo comprando alguna legumbre cuando me adentro en la tienda. Bien porque alguna me llama su atención, por su procedencia o vistoso aspecto, o simplemente porque alguna se me ha antojado. En este caso de las imágenes que acompañan este texto y que se corresponden con una bacaladería bilbaína, acabé comprando unas lentejas negras. Nunca las había visto y desconocía su existencia. Cuando las vi, me dio la impresión que me decían, llévanos a casa y pruébanos. Y así lo hice. Resultaron ser deliciosamente tiernas y muy sabrosas.

Últimamente, en casa hemos vuelto a la legumbre en seco. Atrás han quedado los tiempos de las prisas y el corre que te pillo, colegios y trabajos. Cualquier cosa servía para sacar a la mesa. Lo más cómodo posible. Y en lo concerniente a las legumbres, siempre envasadas, con todos sus conservantes y demás nombres para mí extraños.  Ahora ya no hay prisas y podemos permitirnos "el lujo" de poner las legumbres a remojo la noche anterior para cocinarlas al chup chup. Despacito y con buena letra. 

Son varias las entradas que les he dedicado a las legumbres, así que tampoco me extenderé más. Además, llevo un catarrazo del diez y lo que estoy deseando es ponerme en horizontal y que pase el día.






martes, 12 de marzo de 2024

01292 Rumor

 VIDA SOSEGADA


Todos los días me acerco a un poema
sin pretender plantear ningún dilema.

Es el gusto por la palabra, 
cada día más devaluada,
y mi arraigo a las imágenes,
que me hablan de una vida sosegada.

Ayer fue un mar en calma.
Hoy, un río entre piedras y ramas.
Mañana, ya veré qué me dicta mi alma.

No siempre encuentro la palabra adecuada,
y aún así,
a fuerza de tenaz perseverancia, 
voy aunando versos,
como el río gotas de agua.

Si tendrá gracia la cosa,
que tras lo dicho,
no sé qué escribir a partir de ahora.

Le preguntaré al río,
o al agua, 
o a la piedra de verde musgo forrada,
sobre qué puede versar mi siguiente desvarío. 

De la vida, del amor,
de la duda, del temor,
o porqué no, del rumor.

De ese rumor incesante del agua
a su paso bajo el puente,
también de piedra tallada.

Rumor de saludo y despedida.
No hay tiempo para más.
El agua sigue su curso
con su lección aprendida.


                                                                                    







                                                                                    









lunes, 11 de marzo de 2024

01291 Las Patatas de Antojo

UNA HUMILDE DELICIA


Lo cierto es que no tenía intención de cenar. No es que no tuviera hambre, no. Lo que sucede, es que el invierno se me hace muy largo y para mitigarlo, me da por comer. Creo que no es nada novedoso y somos legión los que así actuamos en esta época del año. Así, que para que la báscula no sume más dígitos de los deseados, me propongo perdonar alguna que otra cena.

Hoy era uno de esos días en los que me había propuesto no cenar, pero... Mientras andaba distraído con la lectura de la obra de teatro "La visita del inspector", de J.B. Priestley, me ha parecido escuchar como de fondo: "¿A quién le apetecen unas patatas de antojo?". No he respondido y he reaccionado como quien oye llover. No se ha hecho esperar una nueva llamada de pregunta/atención, que antes de oír finalizar la frase, ya estaba plantado en la cocina. ¡Cómo renunciar a un antojo y además, tan rico! Ya ayunaré mañana y si no, pasado mañana. Pero a estas patatas, hoy no renuncio.

Son una tontería, pero están deliciosas y entran de cualquier manera. Como diría mi madre, "hasta sin hambre". Es tan sencillo como hacer unas pequeñas patatas al microondas. Cuando están cocidas, y casi en caliente, darles un puñetazo, sin pasarse, y aplastarlas. Hecha esta operación, se les añade a cada patata unos granos de sal gorda, una generosa cucharada de mayonesa casera y como colofón, una anchoa en aceite. Ya está. Servir y acompañar con un vasito de vino tinto. 

Después de comerlas y saborearlas me ha entrado el arrepentimiento. Pero he pensado a continuación, "que me quiten lo bailao". 

Las llamo de esta guisa, porque en una ocasión tenía antojo de comer algo y no sabía qué. Y sin comerlo ni beberlo, apareció en la mesa esta humilde delicia. 





01290 El Acebo

 PROTECCIÓN Y BUENA FORTUNA


Desde tiempos remotos, el acebo está considerado como un símbolo de fortaleza y eternidad. Cuenta la leyenda en la cultura celta, que el rey Roble reinaba durante los meses más cálidos y luminosos del año. Por el contrario, el rey Acebo lo hacía en la época más fría y con menos luz. Además, cuando el roble perdía sus hojas, el acebo mostraba todo su esplendor con un manto de hojas verdes cubierto de bayas rojas.

Los celtas, posiblemente debido a las hojas espinosas del acebo, le atribuían poderes para ahuyentar a los malos espíritus. De hecho, tenían por costumbre fabricar coronas con ramas de acebo como elemento de protección y buena fortuna. Más tarde, el cristianismo adoptaría al acebo como uno de los símbolos navideños más característicos. “Su uso como planta decorativa en estas fechas se atribuye a un intento del cristianismo por desplazar a su homólogo pagano, el muérdago, especie que era empleada por los druidas en las festividades del solsticio de invierno. Los frutos rojos evocaban la sangre de Cristo, mientras que las hojas con bordes espinosos se identificaban con la corona de espinas que portaba el Mesías. Cuando el cristianismo se expandió por Europa, el acebo conservó su simbolismo en muchas zonas y empezó a formar parte de las fiestas religiosas, en especial el Adviento y la Navidad”.

Leo que a este arbusto le gustan las alturas, es capaz de ascender hasta los 2.000 metros de altitud, que aporta alimento a numerosas especies en tiempos de escasez, especialmente a las aves y que puede llegar a vivir hasta un siglo. Además, de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas, elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el acebo es una especie protegida con la categoría LC, “preocupación menor”.

En síntesis, así es este arbusto que, desde siempre, tanto ha llamado mi atención por su belleza, a pesar de su aspecto espinoso. Hacía tiempo que no veía un acebo al natural, -se nota que en los últimos años he dejado a un lado las visitas al atractivo y precioso Pirineo-, hasta que estas pasadas navidades, paseando por Madrid, me encontré unos hermosos ejemplares en unos maceteros. Verlos, me produjo una gran alegría, además de traerme hermosos recuerdos. Así, que no lo dudé, y capté unas imágenes para traerlo hasta este caleidoscopio vital.

En alguna ocasión, he comprado pequeños acebos en maceta, pero sin conseguir sacarlos adelante. No debe ser cosa fácil. Así, que si quiero disfrutar de su belleza, tendré que ir a su hábitat, que por otra parte, tanta falta me hace. 






sábado, 9 de marzo de 2024

01289 Los Pimientos a la Siciliana

 LA VERSATILIDAD EN EL PLATO


Desde que conocí estos pimientos, de esto hará unos tres años, en una de mis incursiones a la siempre apetitosa cocina italiana, tengo que confesar que se han convertido en otra de mis muchas debilidades gastronómicas. Además de sabrosos y originales, su versatilidad en la cocina no tiene límites. Son muy sencillos de cocinar y muy agradables de comer. Como digo en ocasiones, tanto valen para un roto como para un descosido. Así, da lo mismo que formen parte de un aperitivo, en un homenaje a la huerta, como acompañantes... siempre se adaptan con suma facilidad. 

Siempre que los como, digo lo mismo: "Tenemos que visitar Sicilia". Y me quedo tan ancho.

Ingredientes: 1 kilo de pimientos rojos morrones, 2 dientes de ajo, 6 cucharadas de pan rallado, 30 gramos de piñones, aceite de oliva virgen extra, sal, orégano y pimienta al gusto. (Opcional, media cucharada de azúcar y 5 de vinagre)

Elaboración: Limpiar los pimientos y cortarlos en tiras de aproximadamente 2 centímetros. Calentar en una sartén 8 cucharadas de aceite de oliva y añadir los pimientos cortados a tiras. Cocinar los pimientos tapados durante unos 15 minutos a fuego medio. Salpimentar al gusto y remover cada cinco minutos. Mientras tanto, majar en un mortero los dos dientes de ajo con un poco de sal. A continuación, añadir al ajo ya majado, el pan rallado, el orégano, los piñones y un poco de sal. Mezclar. En una sartén sin aceite, tostar la mezcla del pan rallado. Remover continuamente con cuidado de que no se queme. Reservar. Opcional: Si se quieren conseguir unos pimientos agridulces, cuando los pimientos estén ya cocinados, añadir el azúcar y el vinagre y dejar evaporar. Si no es así, cuando los pimientos estén listos, retirar del fuego y reservar. Añadir el pan rallado tostado a los pimientos y remover hasta que quede bien mezclado. Servir.

Nota: En una ocasión, cuando lo teníamos todo ya dispuesto, nos dimos cuenta de que no teníamos piñones. Así, que nos aventuramos y los cambiamos por nueces machacadas. Tampoco está mal la cosa. Tanto es así, que ahora, vamos cambiando piñones y nueces, según nos da el aire.

Pimientos a la siciliana con berenjenas rebozadas y morcilla