CON SALSA BARBACOA Y CEBOLLA CRUJIENTE
Desde que comiera por primera vez unas gyozas, las famosas
empanadillas japonesas, me “enganché” a ellas. Las he tomado ya de un buen
número de rellenos e incluso de todas las formas en las que habitualmente se
cocinan. Así, a bote pronto, y que recuerde en este momento, las he comido
rellenas de carne, de marisco, pescado y las últimas, rellenas de verduras. Y
también, que recuerde, las he degustado fritas, al vapor y a la plancha. Me
gustan de cualquier manera.
Todavía no he conseguido hacerlas en casa. Bueno, para no
faltar a la verdad, las hemos comprado ya rellenas para luego cocinarlas a la
plancha en una sartén. Y eso, que hace ya algunos años, en un cumpleaños, me
regalaron un recipiente para cocinar gyozas al vapor, pero todavía no he
conseguido estrenarlo. Cualquier día de estos, me pongo el delantal y me introduzco
en el apasionante, entretenido y sabroso mundo de esta empanadilla oriental. Me
falta un pequeño empujón.
Bien, la próxima vez que en este caleidoscopio vital hable
de estas empanadillas, será de las que con todo mi atrevimiento, haga en casa.
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