RELLENOS DE BACALAO
El pimiento del piquillo es otra de mis debilidades en la
cocina. Lo demuestra el hecho de que en este caleidoscopio vital son ya varias
las entradas que ha protagonizado. Una querencia por este pequeño pimiento rojo
que rubriqué en 2019 cuando asistí a la “Fiesta de exaltación del pimiento del
piquillo de Lodosa”. Del todo recomendable.
Hace muchos años que cuento con él, cuando organizo algún
encuentro culinario. De los variados rellenos que admite, (carne, morcilla,
merluza, marisco, gambas…), traigo en esta ocasión, uno de los que más me gusta
y que no es otro que el pimiento del piquillo relleno de bacalao. De una parte,
me encanta el bacalao. Y, por otro lado, le tengo un especial cariño a este
relleno, porque fue el primero que aprendí a elaborar, siguiendo las
instrucciones de mi hermana María Engracia, como no podía ser de otra manera.
Ingredientes: 350 gramos de migas de bacalao desalado, 2
botes de pimientos del piquillo asados en conserva, 1 cebolla, 1 cucharada de
harina, 300 ml de leche, nuez moscada y aceite de oliva virgen extra.
Para la salsa: 1 cebolla, 4 pimientos del piquillo, 150 ml
de caldo de pescado o de marisco, 200 ml de nata, sal, pimienta negra, nuez
moscada y aceite de oliva virgen extra.
Elaboración: Pochar una cebolla picada en una sartén con un
poco de aceite de oliva. Una vez pochada la cebolla, añadir la cucharada de harina,
la nuez moscada y una pizca de sal. Mezclar bien. Incorporar las migas de
bacalao, verter la leche poco a poco y remover continuamente. Una vez espesada
la bechamel, retirar del fuego y dejar enfriar. Una vez fría la masa, rellenar
los pimientos ayudados de una cuchara o de una manga pastelera. Colocar los pimientos
ya rellenos en una cazuela. Reservar 4 pimientos para la ejecución de la salsa.
Para preparar la sala: Sofreír una cebolla picada en una
sartén con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal. A continuación, añadir
los pimientos del piquillo que habíamos reservado y el caldo del pescado.
Cocinar hasta que reduzca un poco. Añadir la nata y triturar todo. Verter sobre
los pimientos rellenos y llevar la cazuela a fuego suave. Cocinar durante unos
15 minutos, moviendo la cazuela cada tres o cuatro minutos. Servir calientes.
Mejor cocinar estos pimientos de un día para otro. Si se
hace así, antes de servir, en lugar de llevarlos de nuevo al fuego, aconsejo
darles un golpe de calor en el horno, en modo gratinar.
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