martes, 9 de julio de 2024

01396 El Flan de Leche y Nata

COSA RICA Y FINA


No soy muy amigo de los flanes de huevo, pero si hay que comerlos, para adentro. En algún momento de este caleidoscopio vital ya he contado mi pequeña tirria hacia ellos. Otra cosa son los flanes de sabores o este que traigo en esta ocasión y que se trata de mi última "adquisición".

Recientemente tuve un encuentro familiar de intenso fin de semana. Digo lo de intenso porque desde que llegamos a destino hasta que lo abandonamos, de viernes a domingo, fue un no parar de comer y también de beber. La comida es toda casera y abundante. Hay platos que se repiten a petición de los asistentes y otros que se van incorporando. Por resumir, el lunes pesaba 2 kilos y 600 gramos más que el viernes por la mañana, antes de emprender viaje.

El caso es que uno de los días, después de una opípara comida, una de las asistentes nos deleitó en el postre con un flan que nunca lo había probado. Dijo que era un flan de leche y nata. Yo ya no podía con mi alma, pero lo presentó con tanta ilusión, que no tuve más remedio que probarlo. Me costó introducir en el pequeño flan la primera cucharada, pero lo cierto, es que una vez que me llevé a la boca una porción del dulce, me supo a música celestial. Tanto, que ni le di la vuelta al flan sobre el plato y me lo tomé en un abrir y cerrar de ojos. Cosa exquisita.

Me serví una copa de cava y fui hacia la artífice de tan delicioso flan. Tras las pertinentes y sinceras loas, le pedí, para su sorpresa, la receta de este humilde manjar. Abrí la pestaña de las notas del móvil y comencé a escribir: FLAN DE LECHE Y NATA DE ASCEN

Ingredientes: 1/2 litro de leche, 500 ml de nata de montar, 1 sobre de cuajada en polvo y 6 cucharadas de azúcar.

Elaboración: Disolver en un poco de leche el sobre de cuajada. Mezclar la nata, la leche, el azúcar y la cuajada. Una vez bien mezclado, verter todo en un cazo y calentarlo a fuego medio. Mientras se calienta, remover constantemente para que no se agarre la leche. Cuando empiece a hervir, retirar, y volver de nuevo al fuego, siempre a fuego medio. Así, tres veces. Caramelizar azúcar para cubrir la base de los moldes y verter sobre el caramelo la mezcla que habremos sacado ya del fuego. Enfriar en el frigorífico hasta que veamos que el flan ha cuajado.

Y tal como me lo contó, así lo comparto. Próximamente tengo una cena en casa con unos amigos. Ese será el momento para poner en práctica la receta de Ascen del flan de leche y nata, que tan gratamente impactado me dejó. 



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