lunes, 8 de julio de 2024

01392 A Ver Si Nos Entendemos

 COMO DICE MI QUERIDA SUEGRA


En las últimas semanas le estoy metiendo a mi cuerpo más azúcar, que en todo lo que llevamos de año. Y es que, entre acontecimientos familiares, cenas domésticas de amigos y otros saraos, el dulce, al final de la comida o cena, siempre está presente. Mi hija Jara me lo ha hecho observar. Hace unos días, no sin cierto retintín, pero sin intención de zaherir, y antes de dar buena cuenta de una deliciosa porción de tarta de chocolate casera me lanzó un “pues si no das un paso por el dulce, como te he oído decir muchas veces, que sería de ti si lo dieras”. De forma serena y haciendo mía una frase de mi querida suegra, le contesté: “A ver si nos entendemos”. Y volví a repetir por enésima vez.

Efectivamente, no doy un paso por el dulce, pero si viene a mí, como en esta y otras tantas ocasiones, no lo rechazo. El dulce me gusta en su justa medida. Si hay, bien. Pero si no lo veo, tampoco lo necesito. Es más, aun teniendo en casa chocolate y alguna que otra laminería, tranquilos pueden estar los “ratones”, que no daré un paso. Y es cierto, que en las últimas semanas han sido muchas las tentaciones a las que he sucumbido y algunas de ellas, muy, muy de mi agrado. Y dije toda esta perorata, eterna perorata, mientras me deleitaba con una riquísima y sencilla tarta de chocolate casera, de las de toda la vida.

No sé si convenció mi argumentario, pero es del todo cierto. Y dicho lo cual, aquí acompaño una tradicional tarta de chocolate casera, que hacía “in aliis diebus” o lo que es lo mismo, en otro tiempo, de esparcimiento y entretenimiento doméstico con mis niñas y cuya receta no alcanzo a recordar quien me la facilitó en su día.

Ingredientes: 200 gramos de galletas maría, 100 gramos de mantequilla, 250 de chocolate con leche para postres, 1 litro de leche entera, 2 sobres de cuajada en polvo y 50 gramos de azúcar.

Elaboración: Triturar al máximo posible las galletas. Agregar la mantequilla ligeramente fundida. Mezclar hasta conseguir una masa homogénea. Cubrir la base de un molde desmoldable de unos 25 centímetros. Aplastar bien para compactar e introducir en el frigorífico unas tres horas o hasta que veamos que la masa de galletas y mantequilla está dura. A continuación, trocear el chocolate y calentar en un cazo junto al litro de leche, los dos sobres de cuajada y el azúcar durante unos diez o doce minutos. Durante el tiempo de cocción, remover continuamente. Transcurrido este tiempo, verter la mezcla sobre la base de galletas y dejar cuajar en el frigorífico durante unas cuatro horas. Servir fría. 




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