domingo, 21 de julio de 2024

01425 La Zapatera Prodigiosa

FEDERICO GARCÍA LORCA


Acabo de encontrarme con el archivo de imágenes de la representación de “La zapatera prodigiosa”, de Federico García Lorca, y que subimos al escenario el 1 de diciembre de 2016. Revisando las instantáneas me ha pasado lo de siempre; añoranza por los que se fueron del grupo, tristeza por quienes nos dejaron para siempre y sonrisas por tan gratos momentos. Superado este encuentro de emociones, he recordado cuánto significó esta obra para mí.

Se preparó en un momento muy, muy delicado en mi vida. Estaba en el paro, no encontraba trabajo y nada quería salirme bien, entre otras cuitas, lo que desencadenó en una profunda depresión. Y aquí lo voy a dejar.

Se me encomendó el papel de zapatero, que lo disfruté lo que no está escrito. Además, “como no tenía otra cosa que hacer”, también fui invitado a pintar algún cuadro para el decorado, así como unas grandes viñetas para un momento crucial en la vida del zapatero. Hasta conseguí una mesa de este viejo oficio. En fin, que, entre unas cosas y otras, estuve bastante entretenido durante unos meses, consiguiendo mantener a raya cuanto de negativo me acompañó por aquella época.

En cuanto a esta obra teatral, que no me era ajena en aquel momento, pues además de leerla cuando estudiaba bachiller, la había visto en televisión interpretada por Natalia Dicenta y Roberto Álvarez, así como una versión en danza, me parece una auténtica joya. Fue estrenada en Madrid en 1930 bajo la descripción “farsa violenta en dos actos”, y se trata de una de las obras más destacadas de Federico García Lorca. Según Lorca, “Yo quise expresar en mi 'Zapatera'... la lucha de la realidad con la fantasía (entendiendo por fantasía todo lo que es irrealizable) que existe en toda criatura... No hay más personaje que ella y la masa del pueblo que la circunda con un cinturón de espinas y carcajadas... Lo más característico de esta simple farsa es el ritmo de la escena, ligado y vivo, y la intervención de la música que me sirve para desrealizar la escena y quitar a la gente la idea de que 'aquello está pasando de veras', así como también para elevar el plano poético con el mismo sentido que lo hacían nuestros clásicos».

García Lorca en “La zapatera prodigiosa” presenta la lucha de una mujer entre su realidad y sus verdaderos deseos, dejando en evidencia cómo el ser humano se debate entre aquello que le presenta el destino y lo que él desea íntimamente desde lo más profundo de su alma. Los personajes viven, en la mayoría de los casos, de cara al qué dirán los demás. En contraposición, se encuentra la zapatera que intenta vivir libre bajo sus emociones, pero firme a sus compromisos adquiridos, independientemente de la doble moral con la que juegan el resto de personajes.

SINOPSIS

Andalucía, años 30. Una mujer joven casada por conveniencia con un hombre mayor al que no ama. Él, zapatero de profesión, intenta ofrecer una vida alegre y digna a su joven esposa, la cual, en plena adolescencia suspira en sueños por el amor verdadero, lo que provoca rumores entre los vecinos, que humillan al marido, quien finalmente decide abandonar a su mujer y dejarla sola al frente de su vida e inquietudes. La zapatera, ante esta situación, mostrará sus verdaderas emociones y tomará las riendas de su vida con valentía, autodeterminación y madurez.

Al mismo tiempo, el zapatero, muestra una versión noble, paciente y comprensiva del hombre, en contraposición del ser dominante dentro de un matrimonio, según la época (y no tan alejado, desgraciadamente, de nuestra realidad). Finalmente, en la distancia del matrimonio, ambos maduran, reflexionan y profundizan en su propia personalidad y deseos, llegando a un nuevo punto de encuentro en el que amarse y vivir en sintonía.



 







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