martes, 7 de mayo de 2024

01333 La Tostada de Navidad

ROJO Y VERDE


Esta sencilla tostada se ha convertido en todo un clásico de nuestras Navidades familiares. Nació sin querer. Sin más. Solo por el gusto combinado del tomate, la anchoa y el aguacate. Cuando la vi sobre la mesa, pensé en voz alta. ¡Anda, si parece una tostada de Navidad! Y desde entonces, en algún momento o momentos de nuestras comidas en familia, aparece como aperitivo esta tostada tan rica.

Huelga decir, que cuando la vi en la mesa aquella primera a improvisada vez, me llamó la atención su alegre y esperanzador colorido y el predominio del rojo y el verde, colores característicos de la Navidad. De aquí, yo que soy muy dado a bautizar platos, la denominara como la tostada de la Navidad.

Por cierto, que asociemos estos dos colores con el periodo navideño tiene su miga. Independientemente del Papá Noel nacido del marketing, existen varias teorías al respecto. La que más me acerca a su origen es la que hace referencia al acebo. Entre otras cosas, porque es la naturaleza la que habla. Esta planta de color verde y frutos rojos, ya albergó rituales durante la Edad Media en época invernal. Era concebida, junto al muérdago, como una planta de vida. Cuando todas las demás plantas parecían haber muerto, estas, no solo permanecían verdes, sino que incluso daban frutos en pleno invierno.

Volviendo a nuestra tostada navideña en rojo y verde, es tan sencilla como colocar sobre una rebanada de pan tostado, unas ruedas de tomate, una anchoa de Santoña  y unas rodajas de aguacate, para finalizar con un poco de sal sobre ella y un generoso chorro de aceite de oliva virgen extra. Está de rechupete, además de ser muy agradecida durante estos días en los que todo es comer y comer. 



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