miércoles, 29 de mayo de 2024

01358 Las Uvas con Regalo

 CURIOSA COMBINACIÓN DE SABORES


Llegado el sábado, se hace necesario romper la estricta dieta a la que nos sometemos, de manera voluntaria, a la hora de cenar. Habitualmente, nos acompaña el pan con tomate, un asiduo en estos casos, con algún embutido o queso, y si nos venimos arriba, con las dos opciones; "un día es un día". 

En esta ocasión, nos hemos venido muy, pero que muy, muy arriba, y además del pan, el tomate, los embutidos y el queso, hemos añadido un invento muy interesante: uvas sin pepitas, rellenas de queso azul. Total, que nos hemos ido de cabeza y hemos echado al traste todo lo bien que nos hemos portado durante la semana.

Estas uvas con regalo, como así me fueron presentadas, las ha preparado Gloria, como una adaptación que había visto en algún lugar. Cuando las he visto sobre la mesa, reconozco que me han echado para atrás y no he dado un duro por ellas. Y eso, que como ya he manifestado en algún lugar de este caleidoscopio vital, me encanta hacer "probatinas" con los alimentos, ya que soy muy amigo de las mezclas de sabores. Pero no sé, esta vez, algo me ha dicho que la cosa no iba por buen camino.

El caso es que ha llegado el momento de probar la primera uva con queso. He cogido uno de los frutos con mis dedos y lo he introducido entero en mi boca. Lo he acercado a mis molares, he mordido y... ¡qué pasada!. La uva estaba fría, dulce, tersa y el queso, a pesar de su potente sabor, para nada competía con el verde fruto. ¡Qué combinación más deliciosa! Tanto me ha entusiasmado, que el pan con tomate y el resto de vecinos han perdido su tradicional protagonismo en la cena de los sábados. 

Las uvas, con sus correspondientes trocitos de queso azul, han ido cayendo una tras otra. Conforme las he ido comiendo, la última me parecía más deliciosa que la anterior. No ha quedado en la fuente ni una para muestra. Cuando he ido a devolver la botella de agua al frigorífico, he visto que habían quedado algo más de una docena de uvas, y justo al lado, un trozo importante de queso azul. Ya está el aperitivo de mañana. Ya lo creo que sí. 







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