jueves, 23 de mayo de 2024

01350 Los Jardines Verticales

 ATRACTIVO DISEÑO PAISAJÍSITICO Y ARQUITECTÓNICO


Soy de los convencidos de que no hay que buscar mucho para encontrar la belleza de las cosas en el día a día. Este blog me delata. Soy así de ingenuo e idealista. ¡Qué le vamos a hacer!

Ya he comentado en reiteradas entradas de este caleidoscopio vital, que me encantan las flores, los jardines y la naturaleza en general. Es un mundo que me resulta más que atractivo y edificante. En esta ocasión, recogeré mi gusto por los jardines verticales, también llamados muros verdes.

El origen de estos fascinantes jardines habría que buscarlo en la antigua civilización babilónica. No obstante, los jardines verticales modernos se deben al botánico francés Patrick Blanc, quien comenzó en la década de 1930 a experimentar con el cultivo de plantas en paredes.

Desde entonces, los jardines verticales han evolucionado, para convertirse en una técnica popular de diseño paisajístico y arquitectónico. Según he podido leer, en la “década de 1980, el arquitecto francés Jean Nouvel diseñó un edificio residencial en París que presentaba una fachada verde, lo que inspiró a otros arquitectos y diseñadores a incorporar jardines verticales en sus proyectos”. 

Entre las bondades de estos jardines figuran la reducción de la temperatura ambiente y la creación de un clima más fresco y agradable. Además, protegen de los rayos ultravioletas, ayuda a reducir el ruido que llega desde la calle al interior del hogar y mejora la calidad del aire, entre otras.

Cuando me encuentro con uno de estos bellos y atractivos jardines, recuerdo el primero que vi en mi vida, sin saber que se trataba de un jardín vertical. En mi juvenil ignorancia, pensaba que eran maceteros con plantas, muchas plantas, y colocadas con un gusto exquisito. En mis paseos por la Ciudad Condal, me gustaba acercarme hasta este edificio y mirarlo reiteradamente, como si de una obra de arte se tratara. Me hacía sentir bien y disfrutaba con la observación del conjunto del edificio. Me estoy refiriendo al jardín colgante del edificio Banca Catalana. Igual estoy equivocado, pero creo que ahora es la sede de editorial Planeta. Acabo de interesarme, después de tantos años por las características de este edén vertical, que tan gratos recuerdo me dejó. Leo que fue una creación del arquitecto Everest Munné y que se extiende a lo largo de 3,8 kilómetros.  Al parecer, nada de lo proyectado fue azar. Por ejemplo, la elección de cinturones metálicos pintados en blanco se ideó para aprovechar al máximo la luz solar, “favoreciendo el crecimiento de las más de 12.000 plantas que conforman el jardín”. En las jardineras, Munné utilizó una base compuesta por ladrillos y grava volcánica, cubierta con una manta de poliéster, que facilita un óptimo drenaje.

Otro de los jardines verticales que me atrapó en su día, es el jardín del edificio del Caixa Forum de Madrid y que llegué a conocer, tras visitar una exposición de Miquel Barceló, en cuya entrada, al lado del jardín se exponía su monumental escultura “Gran Elefant dret”. En aquella época, todavía hacía fotografías con película de revelar. Tengo un montón de imágenes por archivar. Y entre ellas, aquel viaje. No sé cuándo encontraré el momento para acabar de poner orden a este incontrolado follón.



Fachada principal del Club Social del Tiro de Pichón de Zaragoza


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