martes, 14 de mayo de 2024

01342 Y las Ganas en Guara

 O EN GRATAL


Cada vez que mis ojos se topan con la sierra de Guara o con el pico de Gratal, no puedo dejar de acordarme de mi madre. Y una u otro, se me presentan cada día.

Desde muy pequeño, siempre le escuché decir a mi madre, "Y las ganas en Guara", o "Y las ganas en Gratal", según tocara. Yo, por aquel entonces, no sabía qué eran esos nombres ni qué quería decir con ellos mi madre. Solo podía adivinar que algo no iba bien.

Con el paso del tiempo y conocedor ya de pico y sierra, entendí el dicho materno. Comprendí que quería decir que no estaba para nada y además, desganada. Que las ganas y el espíritu vital para afrontar el día o alguna situación adversa, por aquel entonces, estaban en Gratal o en Guara, y por lo tanto, inaccesible para ir a buscarlas. Y lo que son las cosas, nunca empleé tal expresión hasta ahora.

Cada vez que observo la sierra de Guara o el pico de Gratal, no puedo dejar de sonreír y decir, "Madre, qué razón tenías". Y muchas veces, las ganas, allí que se quedan. Serán cosas de la edad. 

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