DE BELLA ESTAMPA
Apacigua el ánimo su mirar y en el olor de sus aires se descubre la modesta templanza de la fiesta por empezar. En cada paso un festín de sensaciones, murmullos de danzas por explorar bajo verdes penachos combativos a los vientos.
La brisa parece querer jugar al despiste. Duro sacrificio para tan nimia invitación. Blanda propuesta cuando la simple contemplación acapara todos los ensueños e inocentes juegos. Entre ellos todo se evapora; el cansancio, los vértigos de los días, la indiferencia innata, la sorda carcoma y el corazón atribulado. Un borrón y cuenta nueva a los tiempos sin ventura.
La luz pide paso al frondoso vergel. Cada rayo que penetra es un coloso pincel de trazo grueso o de fino cincel. No hay mudanza para tan bello espectáculo. No hay arranque ante tanta armonía. Sencilla estampa la que cobija las dulces horas en su compañía.
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