sábado, 3 de agosto de 2024

01448 Las Almejas en Salsa Verde

DE RECUERDO EN RECUERDO


Hasta hace no muchos años, hubiese dicho que las almejas en salsa verde me transportaban a mis navidades en familia con mi madre. No es que por aquel entonces todas las navidades las almejas capitaneasen algún menú, no. Ni mucho menos. La economía era la que era. Pero a poco que los cálculos monetarios de mi madre y que el precio de estas apreciadas cáscaras no estuviera disparado, amén de que no fuésemos un tropel de comensales, se dejaban ver en la mesa festiva.

En la actualidad, este guiso de almejas, además de seguir recordándome a aquellas navidades, también lo relaciono con las plácidas vacaciones veraniegas. Y ya no tanto por las almejas como protagonistas, que lógicamente también, sino por la salsa verde que las enaltece. Ya he comentado en algún lugar de este caleidoscopio vital, que soy un auténtico fan de las navajas, mejillones, coquinas o tellinas, y berberechos. A falta de almejas, no siempre se encuentran en los mercados a un precio asequible, cualquiera de los bivalvos anteriormente mencionados cumplen perfectamente con el cometido deseado y se bañan a la perfección en esta deliciosa salsa. En los últimos veinte años de vacaciones en familia, ya haya sido por el norte o por el sur, y a petición de las niñas, intentábamos que, en algún momento, las almejas en salsa verde hicieran nuestras delicias.

En esta ocasión, ya de presente, el precio de las almejas no estaba excesivamente disparado. Vale, bien que no eran de carril, pero tenían un muy buen aspecto y pesaban. Además, quería darle una sorpresa a una de mis hijas. Me apetecía. Así, que me he presentado en casa con medio kilo y me he puesto manos a la obra. No he echado mano de la libreta del recetario de mi madre, aunque la receta está recogida. Es un guiso que no tiene mucha complicación y rápido en su ejecución. La única diferencia entre la receta de mi madre y la que yo practico ahora, estriba en que mi madre cocinaba en una tartera de barro y servidor en una pequeña paella.  

Ingredientes: 500 gramos de almejas, 3 dientes de ajos, 1 vaso de vino blanco, caldo de pescado, una cucharada de harina, aceite de oliva virgen extra y un manojo de perejil fresco.

Elaboración: Poner las almejas en un recipiente con agua y sal, y dejar reposar para quitarles la posible arena que pudieran contener. Transcurrida media hora, cambiar el agua y dejarlas otros treinta minutos más. Freír los ajos bien picados en una paella o cazuela baja con un poco de aceite de oliva y con el fuego más bien bajo. Añadir una cucharada de harina cuando los ajos comiencen a dorarse y remover. Subir el fuego y añadir las almejas. Remover y añadir el vaso de vino blanco. Tapar el recipiente y esperar a que las almejas se abran. Una vez que las almejas se hayan abierto, quitar la tapa e incorporar un buen puñado de perejil fresco picado. Remover y servir caliente.


No hay comentarios:

Publicar un comentario