domingo, 25 de agosto de 2024

01477 Las Tortas Locas

 DE MÁLAGA


Continuamos conociendo las excelencias de la dulce España, gracias a los viajes que hace nuestra hija Jara. Ya he comentado que, Jara, cuando realiza algún viaje, tiene por costumbre traernos algún dulce típico del lugar que visita. En esta ocasión, el sabroso regalo y recuerdo viene de la ciudad de Málaga. Regresó de esa localidad encantada. Lo primero que dijo nada más llegar a casa fue: “Papá, mamá, tenéis que ir. Os va a encantar”. A lo que le contesté: “Hace tiempo que está en mi punto de mira”.

Dicho esto, dejó sobre la mesa un paquete en cuyo envoltorio se podía leer “Panadería Confitería Ntra. Sra. del Socorro Elaboración Artesanal”. Nos comentó que, preguntado en el hotel donde se había alojado, sobre un dulce típico de Málaga, no dudaron en indicar que, sin duda, tenía que adquirir “unas locas”. Pensé, que solo el nombre ya prometía. Desenvolvimos el paquete y aparecieron unos redondos, anaranjados y llamativos pasteles; dos círculos de hojaldres rellenos de crema pastelera y recubiertos de un glaseado de yema, coronados por una guinda. ¡Qué cosa más deliciosa! ¡Potente, pero deliciosa! Me entusiasmó.

Todavía, con el agradable dulzor en la boca y, sobre todo, por el curioso nombre dado al pastel/torta que me había acabado de comer, indagué sobre él. Según pude leer, el creador de este emblemático dulce de la ciudad de Málaga fue Eduardo Rubio, un jugador de fútbol barcelonés que ficho por el Málaga CF en los años 50 del siglo pasado. Por aquel entonces, el salario de un futbolista de primera división, en nada se parecía al de ahora. Era muy corriente que los jugadores tuvieran que buscarse “la vida” para aumentar sus ingresos. De esta manera, Rubio, pastelero de oficio, ideó este dulce que acabaría, con el paso del tiempo, por convertirse en todo un referente de la pastelería malagueña. En cuanto al curioso nombre que le dio a la torta, al parecer, vendría dado por el título de una canción muy de moda por aquellos años, “A lo loco se vive mejor”, de Luisa Linares y Los Galindos. En un principio, el dulce comenzó llamándose “loco”, pero cuando los empleados de Rubio, José Ruiz y María Jesús Fernández, padres de Manuel Ruiz, abrieron su propio obrador en la calle Tejeros del Barrio de la Victoria, cambió a «loca».

Buscando la curiosa historia de las tortas locas malagueñas, me he encontrado con una receta facilitada por la Academia Gastronómica de Málaga. Si algún día me encuentro muy inspirado, igual la pongo en práctica. Por si acaso, aquí la recojo. Aunque me parece, que lo mejor será ir a tomarlas a su lugar de origen; a la bella y exitosa ciudad de Málaga.

Ingredientes: 2 planchas de hojaldre y guindas. Para la crema pastelera: 50 gr de mantequilla, ½ litro de leche, 3 yemas de huevo, 125 gr de azúcar, 50 gr de harina de maíz, esencia de vainilla o vaina de vainilla, corteza de limón (opcional) y rama de canela. Para la cobertura de yema: 4 yemas de huevo, 200 ml de agua, 250 gr de azúcar, 50 gr de harina de maíz, 1 cuchara de café de esencia de vainilla y colorante alimenticio naranja. Para el almíbar: 150 ml de agua y 225 gr de azúcar.

Elaboración: Precalentar el horno a 200 grados mientras estiramos el hojaldre. Hacer círculos con un molde o vaso de un tamaño pequeño. Hornear los círculos sobre papel vegetal hasta que queden dorados colocando encima otra bandeja para que no suba en exceso. Una vez dorados sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.

Para la crema pastelera, añadimos en un cazo la mantequilla, la leche, la canela y la cáscara de limón hasta que rompa a hervir. Batir las yemas junto al azúcar y la harina de maíz en un cuenco y añadir a este poco a poco la leche sin parar de remover. Pasar todo al cazo y cocinar al baño maría a fuego lento hasta que espese, sin que rompa a hervir. Dejar enfiar.

Para preparar la cobertura de yema batir las yemas con el azúcar y la harina hasta que se mezcle bien. Poner a hervir el agua con el azúcar y mezclar poco a poco las yemas a fuego bajo hasta que espese. Añadir unas gotas de colorante naranja. Dejar enfriar.

Por último, para hacer el almíbar poner el agua y el azúcar a fuego medio hasta que éste se disuelva y apartar del fuego.

Para montar el dulce coger un círculo, rellenar de crema, cerrar con otro círculo de hojaldre, disponer la cobertura, poner media guinda y pintar con el almíbar. Comer frío.

 

 





No hay comentarios:

Publicar un comentario