La primera vez que los probamos fue hace un par de años por estas fechas. Hotel Mediodía en la entrañable localidad altoargonesa de Plan. Fin de semana en pareja. Gran nevada nada más llegar en una cerrada noche. El comedor dispuesto en una terraza acristalada. Ambiente cálido y acogedor. Cocina casera y tradicional, y entre las sugerencias de la casa, los pimientos del piquillo rellenos de morcilla. Del resto, ni me acuerdo por más que intento recordar. Sé que fue una plácida cena y que los pimientos nos calaron hondo.
Como en todas las elaboraciones, cada maestrillo tiene su librillo, su gusto y preferencia. Así es como los hace Gloria y son espectaculares.
Preparación: Picar la cebolleta y pochar en un poco de aceite de oliva. Hacer la misma operación con la manzana pelada. Quitar la piel de la morcilla y freír en un poco de aceite. Cuando veamos que está frita, añadir la cebolla y la manzana. Remover hasta que quede una masa uniforme. Dejar enfriar. Cuando la masa esté fría, rellenar los pimientos con la ayuda de una cucharilla. Calentar la nata líquida y echar sobre ella cuatro pimientos desmenuzados que ligaremos con la nata hasta que se diluyan y quede una salsa ligeramente espesa. Colocar los pimientos rellenos en una bandeja de horno, verter por encima de los pimientos la salsa e introducir la bandeja al horno con el gratinador encendido. Servir una vez veamos que los pimientos están gratinados.
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