lunes, 28 de octubre de 2024

01543 El Poto

 UN TODO TERRENO


Esta planta me ha acompañado, salvo en pequeños lapsus de tiempo, toda mi vida. Ya no solo en las distintas casas en las que he vivido, sino también en mis lugares de trabajo. Ha sobrevivido a traslados y a algún que otro descuido. He tenido potos hermosos y también raquíticos, pero su sola presencia siempre me ha alegrado los días.

Que recuerde, los he tenido en maceteros de macramé, en la cocina, buscando su vida trepadora en una alacena del comedor, en una estantería e incluso en el baño. Menos en el dormitorio, creo que ha ocupado todas las estancias de la casa. Y es que se trata de una planta de lo más resistente y de las más fáciles de cuidar y mantener. Anda que no le he hecho perrerías a la pobre. Es lo que tiene ser una planta nada complicada. Se conforma con poco: luz, temperaturas sin excesos y humedad. Si será agradecida, que durante muchos años se conformó con vivir en el despacho de casa en una taza con agua hasta que su raíz ya no tuvo más espacio. Fue entonces cuando la trasplanté a una maceta y aquí sigue conmigo como una campeona.

Sí, me gustan los potos. Me alegra su presencia y sobre todo, le agradezco que no de problemas.

 






No hay comentarios:

Publicar un comentario