SEGÚN NUESTRAS ENTENDEDERAS
De nuestro último viaje a la bella Galicia, nos hemos
traído, como no podía ser de otra manera, productos cárnicos de esa sabrosa
tierra para obsequiarnos con energéticos y deliciosos platos durante el otoño e
invierno. No hemos tardado mucho en poner en práctica una de sus afamadas
recetas: el pote gallego. Para su elaboración, hemos seguido las instrucciones
de la amable señora que nos atendió en la carnicería donde compramos morcillas,
chorizos y unto o grasa de cerdo rancia que aporta sustancia al caldo de la cocción.
Cuando le pregunté cómo hacía ella el pote gallego, me respondió con una ligera
sonrisa: “¡Ay, rapaz! Cada uno es distinto. Con lo que tengo o con lo que me
apetece. Y están todos buenísimos”.
Su respuesta nos tranquilizó. Recetas sobre el pote gallego
hay una gran variedad. En su origen, la receta del potaje dependía de lo
disponible en cada casa con el objeto de revitalizar y reconfortar el cuerpo en
los meses más fríos del año. Así, no faltaban en el pote las verduras, grelos,
berzas o repollos, junto a las patatas, alubias blancas y el unto.
Como he comentado con anterioridad, no pasaron muchos días
de nuestro regreso de Galicia, que pusimos en práctica las enseñanzas
aprendidas para hacer el pote gallego. Hicimos para un regimiento y en casa
ahora somos tres. Como tres fueron los días seguidos que comí tal manjar. Igual
está mal que lo diga, pero nos salió “niquelao”. ¡Qué bueno estaba! ¡Qué
sabroso! Y a pesar de su aparente rudeza, ¡qué cosa más sutil! Vamos, que
repetiremos a no mucho tardar. Si acaso, como por aquí no disponemos de grelos,
sustituimos esta verdura por repollo. ¡Buen sustituto! Igual es una aproximación al auténtico pote
gallego, pero diremos aquello de “aceptamos pulpo como animal de compañía”. Y
nunca mejor traído lo de pulpo.
Ingredientes: 300 gramos de alubias blancas, ½ kilo de patatas,
250 gramos de falda de ternera, 2 huesos de jamón, 2 chorizos ahumados, 2
morcillas, ½ repollo, 50 gramos de unto, agua, aceite de oliva y sal.
Elaboración: Poner las alubias en remojo con abundante agua
la noche anterior. Pelar y cortar las patatas en trozos. Lavar el repollo y
cortarlo también a trozos. En una cazuela grande con abundante agua y un poco
de sal, y a fuego medio/alto, introducir los huesos de jamón y la falda de
ternera. Cuando comience a hervir, incorporar las alubias escurridas y el trozo
de unto. Con el fuego bajo/medio, cocinar, con la cazuela tapada, durante unos
60 minutos. Añadir las patatas, los chorizo, las morcillas y el repollo, y
seguir cocinando durante unos 20 o 30 minutos más. Retirar la carne de ternera,
los chorizos y las morcillas, cortar en trozos. Rectificar el punto de sal, remover
e incorporar al caldo los trozos de ternera, chorizo y morcilla. Añadir un poco
de aceite de oliva. Cocinar durante unos diez minutos más. Servir caliente.
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