Muda el paisaje, muda la luz y los tiempos, muda el color uniforme y hasta el ánimo muda. Mudanza grande de la historia de la naturaleza soñada. Días de deshacer cotidianos paisajes para tejerlos con generosos pigmentos de renombrados despertares.
Bóvedas de aromas sobre la tierra húmeda reciben con placidez y depurada calma la nueva estampa multicolor. La masa arbórea juega a no enterarse. El tiempo, sin "tangana", no tardará en despojar verdores para exhibir trofeos nuevos.
Respira la vida y respira la poesía en el renacer de otros afanes. Baile de colores al son de la estación incierta mientras un hormigueo recorre la piel ante tanta y majestuosa belleza. Es de justicia reconocer la dicha, agradecer tan cordial y grato regalo. Conjugar recuerdos y olvidos.
Contemplar, ver y admirar como un farol apagado con el ánimo de no distraer. Que nada perturbe al hacendado maestro. Que nada inquiete al certero pincel, que se deslice libre sobre el lienzo otoñal.Y mientras esto sucede, la serpenteante vereda acoge hospitalaria la desprendida vida. Sepulcro crujiente. Alfombra de infancia descuidada con el transcurrir de los años. Aprovechad sentidos, aprovechad, el espectáculo no tardará en finalizar.
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