CASUALIDAD
Me costó muchos años. Desgasté decenas de zapatillas recorriendo caminos y senderos. Crucé ríos. Miré mares y acantilados. Dormí bajo las estrellas y a la sombra de una higuera. Quemé mis pies en asfaltos y arenas. Lloré lágrimas de emoción y algunas que me hicieron saber qué es el dolor. Me hice amigo de la soledad huyendo de la multitud. Alivié mis pies en lagos y badinas. Me enamoré de los almendros y cerezos en flor. Me alegré con los amaneceres y me estremecí con su hermano atardecer. Y un día, casualidades de la vida, hallé lo que tanto estuve buscando: la farola que ilumina el cielo.
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