SABOR MARINERO
Me apetece traer hasta este caleidoscopio vital una receta que
aprendí hace ya algunos años en mis andanzas vacacionales por tierras onubenses.
Se trata de unas “papas con choco”, un plato típico de esta tierra y que mira al
mar, pues inicialmente era un guiso marinero. Un plato de cuchara energético,
además de aportar calor en los meses más fríos del año. A diferencia de otros
guisos, las “papas con choco” no es un plato excesivamente calórico, ya que el
choco tiene un alto valor proteico y es muy bajo en grasas. Por cierto, el choco
es lo mismo que la sepia. Si el molusco es de menor tamaño se le denomina
choco, y si es un ejemplar más grande se llama sepia. En Cantabria, por
ejemplo, recibe el nombre de jibia. En resumen, choco, sepia y jibia es lo
mismo, dependiendo del tamaño.
La primera vez que probé este guiso fue en una Semana Santa
en un chiringuito de playa. Me encantó. Tanto es así, que a los pocos días lo
volví a disfrutar en un bar restaurante, regentado por un matrimonio entrado ya
en años. Si el primer guiso me pareció un deleite, este fue todo un espectáculo.
Se da la circunstancia, que esa noche nos encontrábamos muy pocos clientes en
el establecimiento. El señor que nos atendió era amabilísimo y muy conversador.
Hacia él fueron los primeros elogios del guiso. Con una sonrisa nos respondió
que todo el mérito era de su esposa, que él solo alcanzaba los platos a las
mesas. En un momento dado, su esposa apareció por el comedor y volvimos a
ensalzar el plato. Hablamos un ratito y ya, en la confianza que nos transmitía,
me atreví a pedirle la receta. Me dijo que era muy sencilla y que la gracia radicaba
en contar con un buen choco y en hacer un buen sofrito. En un punto y seguido,
me facilitó los pormenores del guiso que ahora comparto y que tan gratos
momentos me rememora.
Ingredientes para 4 personas: 4 patatas, ½ kilo de choco, 1
pimiento verde, 1 pimiento rojo, 1 cebolla, 1 tomate, 2 dientes de ajo, 1 vaso
de vino blanco, una hoja de laurel, un poco de pimentón, agua, aceite de oliva
virgen extra y sal.
Elaboración: Con un chorrito de aceite de oliva en una olla,
cocinar un sofrito con la cebolla, los pimientos y los ajos, todo bien picado. Cuando
el sofrito esté pochado, añadir el tomate y el pimentón. Terminar de sofreír.
Trocear el choco en dados, pelar las patatas y chascarlas. Incorporar el choco
y las patatas al sofrito y añadir el vaso de vino blanco. Incorporar agua hasta
cubrir las patatas, junto con la sal y la hoja de laurel. Cocinar a fuego medio
hasta que las patatas estén tiernas. Servir.
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