EL REY DEL MAR
Sí que me acordaba de ellas, cómo olvidar su sabor, lo que no recordaba era su espectacular aspecto. También recuerdo que fue en un bar de la localidad almeriense de Carboneras, en un viaje familiar. No tengo referencia alguna del establecimiento hostelero. Sí que recuerdo también, que fue el dueño del bar quien nos aconsejó que las probáramos, porque no íbamos a comer algo tan delicioso. Y estuvo en lo cierto. Toda la excursión familiar fuimos unánimes a la hora de expresar nuestra satisfacción por tan excepcional bocado. Tanto fue así, que repetimos. No he vuelto a probar cosa igual.
El único problema al que me enfrento cuando veo este tipo de imágenes estriba en que, si bien su recuerdo dibuja una sonrisa en mi rostro, mis papilas gustativas muestran su enojo. Carboneras me queda muy lejos para volverles a dar un homenaje y recuperar el sabor del rey del mar.
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