Hoy no me apetece ni siquiera apetecer. He intentado, como hago todos los días, leer, escribir, ordenar y escuchar música, pero mis pensamientos, no buenos pensamientos, se apoderan de cualquier noble actitud. Hace frío y el viento taladra mi cabeza. Los que faltaban. Ya estamos todos. Lo intento otra vez. No hay manera. De nuevo, el caos.
Los haré en platos individuales. Sólo comerán Loreto y Jara. Y uno de propina por si la "probatina" es del gusto de ellas. Por algún armario de la cocina estarán los platos fuente de horno individual que utilizaba mi madre para hacer sus canelones y los huevos al plato con jamón. Algún día trasladaré esos canelones hasta este blog. Mi sobrina Gloria ya lo hizo en su blog pimenterodecolores.com y que desde aquí recomiendo emocionado.
Ya han pasado los diez minutos desde que comenzaran a hervir los pennonis. Ha habido suerte, sólo se han roto dos. Los cuelo con mucha precaución. Todo cuidado es insuficiente. Se rompen dos tubos más. Y van cuatro. Queman. Los dejaré enfriar antes de manipularlos. De cada salchicha hago cuatro trozos y los voy introduciendo en cada pennoni. Quince menos cuatro rotos, once. El duodécimo lo montaré a base de apaños. Total, con la bechamel por encima no se notará.
Verter la bechamel por encima de los pennoni ya emplatados, unas motas de tomate, queso y a gratinar en el horno unos quince minutos. Lista la "probatina". Ya no me duele la cabeza y el viento, que aún lo oigo, hasta lo soporto.
Llegan las niñas a comer. Sobre la mesa, la sorpresa. Sólo mirar los platos, aplauden después de tantos días de verduras, lechugas, tomate y cremas. Lo prueban y me miran. Sus ojos se tornan vidriosos. No sé si de la emoción o de lo que queman. Les ha debido de gustar a tenor de cómo han dejado los platos.
Yo sí que me he emocionado!!! Un millón de besos
ResponderEliminarLos recibo aunque no se merecen. Sabes que soy un forofo de nuestro ya pimentero
Eliminar