PARA RECIBIR AL AÑO NUEVO EN FAMILIA
recibe a un nuevo Año, bisiesto.
Nada extraño,
pues sucede cada cuatro años.
Sueño y legaña van de la mano,
para afrontar,
no sin cierto desgano,
la jornada que acabo de mentar.
Alguna tibia sonrisa
Todo sin prisa,
pues no hay aprestos.
De la cercana barbacoa llega un olor.
Es profundo, familiar y cautivador.
Huele a antiguo y evocador,
y parece que hiciera las veces de un despertador.
Las almas, hasta ahora, ausentes,
husmean ya aires diferentes.
Crepitar de leña, que luego serán brasas,
donde cocinar sabrosas viandas grasas.
Mientras en la parrilla reposa un redondo manjar,
las miradas declinan el verbo regocijar.
Ya huele a braseada carne pimentada y embutida.
Ya se ve vida tras una larga noche de despedida.
se disponen pequeños bocados del preciado sabor.
¡Trae un vaso de vino!, que no es competidor,
y brindemos por un buen año lleno de esplendor.
Y así, entre risas y alboroto,
el chorizo va cayendo una tras otro.
Alabanzas y vítores para tan humilde yantar
y que el año termine como este iniciar.
Para mi sobrino Miguel Artazos, alma y unión de nuestras reuniones familiares de fin de año.
Enciso, 1 de enero de 2024
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