viernes, 25 de marzo de 2022

00954 Los Tomates Verdes

 SIEMPRE APROVECHABLES


Llegado el mes de octubre y antes de que asomen los primeros fríos, acostumbro a recoger el huerto de verano y que tantas satisfacciones y recreos me ofrece. Lo último que "desmonto" son las tomateras,  no sin antes recolectar un buen número de frutos verdes que no han llegado a madurar en la mata.

A partir de aquí, son varias las posibilidades que se presentan para seguir disfrutando de ellos aunque sean verdes. La mayoría de estos acostumbro a envolverlos en papel de periódico, uno a uno, y los deposito en la terraza en una abarca con el culo del tomate boca abajo. Según van cambiando de color les voy dando la vuelta hasta que alcance su completa maduración. Alguno fenece por el camino, lástima, pero es enero cuando todavía puedo llevarme un tomate de la huerta a la boca. Siempre bajo la máxima de "aquí no se tira nada", aquellos que veo que no se pueden sacar a la mesa, los trituro, bien para salsas, bien para el socorrido y siempre bien recibido pan con tomate.

Ya he comentado en este caleidoscopio vital mi inclinación por los encurtidos, así que el tomate verde no podía faltar en esta guisa. Su preparación es muy sencilla. Una vez seleccionados por iguales y limpios de taras, se cortan en gajos y se cubren con una capa de sal por espacio de doce horas. Transcurrido este periodo de tiempo se introducen en tarros esterilizados y se les añade vinagre, previamente hervido, hasta llenar el tarro.

Otra de las formas de aprovechar los tomates verdes es en mermelada. Para un kilo de tomates verdes se necesita medio kilo de azúcar y el zumo de medio limón. Empezaremos por pelar bien los tomates, trocearlos y ponerlos a fuego lento hasta que se ablanden, unos diez o quince minutos. Los retiramos del fuego y trituramos bien. Los volvemos a poner al fuego y añadimos el azúcar y el limón. Una media hora a fuego medio y sin dejar de remover hasta que consigamos que espese bien. Introducimos en tarros y a disfrutar del resultado.

Por último, otra de las propuestas para aprovechar los tomates verdes la descubrí en la película basada en la novela homónima de Fannie Flagg, "Tomates verdes fritos". No es otra cosa que rodajas de tomate verde rebozadas y fritas en aceite.

A lo tonto, a lo tonto ¡qué juego dan los tomates verdes!





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