MANJAR MARINO
Recogido en este caleidoscopio vital mi gusto por las vieiras
(entradas números 00214 y 01463) y las zamburiñas (entrada número 00155), me
faltaba por sumar otro manjar marino como es la volandeira.
Este molusco bivalvo, muy apreciado en la cocina gallega, no
he tenido la oportunidad de degustarlo en numerosas ocasiones, pero cuando he
tenido la oportunidad de hacerlo, he disfrutado al máximo de su intenso sabor a
mar y de su delicada carne. Es lo que sucedió hace escasos días en nuestro
aperitivo doméstico y familiar del fin de semana. Las encontramos en el
supermercado, ya limpias y a buen precio, y nos dimos un pequeño homenaje. Tocamos
a dos por cabeza, suficientes como para, una vez introducido medio ejemplar en
la boca, cerrar los ojos, aspirar y abrazar el mar. ¡Una delicia! Para no solapar
tan particular e intenso sabor, las cocinamos al horno sin más ingrediente que
unas gotas de aceite de oliva virgen extra. Todavía me relamo.
Si no se es experto en la materia, como es mi caso, se
tiende a confundir la volandeira con la zamburiña, o viceversa. Las volandeiras
acostumbran a ser algo más grandes que las zamburiñas. Su concha tiene forma
ovalada y es más plana que la de las zamburiñas y, además, su superficie puede
presentar finas estrías y relieves que le dan un aspecto diferente. Su carne,
firme y algo más fibrosa, también difiere a la de las zamburiñas. Según he
podido leer, “la alimentación de ambos bivalvos es el plancton”, si bien la
zamburiña vive sujeta a sustratos rocosos, encontrándose hasta a 80/100 metros
de profundidad, y la volandeira va nadando. Precisamente, se le conoce como
volandeira por el modo de desplazarse en su medio. Es decir, “vuela muy rápido”.
Como he comentado con anterioridad, cocinadas al horno es
como más partido les sacamos a las volandeiras. Tan sencillo como colocarlas
sobre una lámina de papel vegetal en una bandeja de horno y añadirles unas gotas
de aceite de oliva virgen extra. Introducir la bandeja en el horno precalentado
a 170 grados centígrados durante unos tres minutos y servir.
Deseando estoy de que se produzca una nueva coincidencia. Es
decir, que las encontremos en el supermercado y que su precio sea apto para
nuestro bolsillo.
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