CON AJO Y PEREJIL
El atún me gusta de cualquier manera. Me satisface en crudo,
guisado, en tapa, como plato, en conserva… Todo me está bien. Pero hay una forma
de cocinarlo cuyo resultado me entusiasma y que no es otra que a la plancha con
ajo y perejil. Suma sencillez para un pleno e intenso sabor.
Para cocinarlo de esta guisa es necesario que sea una buena
pieza de atún fresco. Con esta premisa, sólo restará que la sartén esté bien
caliente, un chorrito de un buen aceite de oliva virgen extra y tener mucho
cuidado en no pasarnos de cocción, pues podría quedar seco y fastidiar el
invento.
Me estoy acordando ahora, que uno de mis muchos pequeños
placeres en mis otrora días de vacaciones en Huelva, era, precisamente, ir al
mercado onubense del Carmen y comprar atún. Según la parte del pez seleccionada,
unos trozos iban para guisos, otros para albóndigas y las piezas más “nobles”,
directamente a la plancha. ¡Qué manera de disfrutar!
El atún a la plancha no tiene ningún misterio, pero sí
alguna que otra consideración para sacarle el máximo sabor. Consideraciones que
he ido aprendiendo, bien del boca-oído, o de profesionales de la restauración.
Para completar esta obra del sabor, realizaremos una buena y
abundante picada de ajo y perejil, que rociaremos con aceite hasta cubrir la
picada, salpimentaremos al gusto y dejaremos que repose durante unos quince minutos.
Si se desea, se puede añadir el jugo de medio limón. A la hora de servir,
dispondremos sobre el atún este aliño.
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