LA EMOCIÓN DE UN INSTANTE
La luna descansaba suave y apacible entre unas ramas suspendidas en el aire.
La luz que se desprendía, parecía tornar la vida más tolerable.
Tanteé con los dedos en los bolsillos de mi chaqueta en busca del ánimo estremecido. No encontré nada, salvo la emoción de un instante en la mirada.
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