viernes, 7 de julio de 2017

00509 Regresar al Mar

A ESE MAR QUE SIEMPRE ESPERA


Me falta algo en el mirar de continuo. No tiene que ver con la belleza ni con el paisaje aprendido, tampoco con la luz que descansa entre los campos amigos. De todo esto estoy servido. Me falta algo en el mirar de los días seguidos. No es el asombro ni descubrir un enclave por el que transiten mis ojos. No, también de esto tengo los bolsillos repletos. Y aún así, algo me falta en el mirar de las horas de diario.

Me falta el color de unos grandes ojos azules que miran con intensidad, que cautivan y arrastran hasta sacarte la verdad, si es que la hay. El mirar de un parpadeo acompasado de aires y brisas que llegan de algún lugar que no alcanzo a expresar. El guiño cómplice que invita a dejarme llevar entre tímidas ondulaciones que se mueven sin cesar en un transitar que no espera. Y la luz plateada reposando su mancha clara sobre un agua de querencia cierta.

Eso es lo que me falta. Regresar al mar, a ese mar que siempre espera. A ese mar que nunca sabe cuando llegara la siguiente entrega de guiños en azul y necesitada mirada.

Es el mar lo que le falta a mi mirar de continuo y que ahora rescato su imagen para que entre el alivio.







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