...UNOS BUENOS HUEVOS
No conozco plato alguno que alivie cualquier pesar como un buen par de huevos fritos y su correspondiente acompañamiento. Su sola presencia en el plato ya alegran la vista; el jolgorio continuará con su posterior ingesta y satisfacción final. Siempre hay un antes y un después delante de un par de unos buenos huevos fritos con patatas y acompañados con cualquiera de sus predicamentos. Solo con mirarlos, algo nos dice que nuestro estado de ánimo está a punto de mejorar. Mi estudio de campo, nada científico por otro lado, así me lo indica. No hay nada adverso en la cotidianidad de los días que no se pueda superar con un par de flamantes huevos. Esto último no va con segundas lecturas. Es así de simple y directo.
Esta observación personal, y en ocasiones compartida, tiene una explicación más lega, según he podido comprobar. El meollo de la cuestión estriba en la vitamina B12. Acabo de leer que el nivel de vitamina B12 está relacionado con la evolución de la depresión o estados de ánimos bajos. Según el estudio leído y que voy a intentar resumir, las personas con depresión responden mejor al tratamiento antidepresivo si su concentración en sangre de esta vitamina es elevada. Vitamina que, por otro lado, forma parte de complejo B y como todas las de su gama presenta una función muy importante en el metabolismo y en el mantenimiento del sistema nervioso central. La vitamina B12 se encuentra en numerosos alimentos, entre otros, en los lácteos, en las aves, en el marisco o en los huevos.
Así que ya sabes, si como dice una conocida tarotista televisiva, "si hay algo que te inquieta, te atormenta o te perturba", llámale. Y si no, métete en el cuerpo, un buen par de huevos fritos con patatas fritas y acompañados de predicamento.
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