jueves, 4 de septiembre de 2025

01715 El Gazpacho con Mango

INTERESANTE Y SENCILLA PROPUESTA


¡No me lo puede creer! Con lo que me gusta el gazpacho y todavía no lo había incluido en mi caleidoscopio vital. Me he querido asegurar echándole un vistazo a todas las entradas del blog y efectivamente, aún no lo había recogido. ¡No doy crédito! Precisamente, ayer elaboré un gazpacho con unos hermosos y maduros tomates pera recogidos en el huerto. Como diría mi madre, "no estoy en lo que celebro".

El caso es que el gazpacho que traigo a colación lo probé en una reciente celebración de cumpleaños familiar. No se trata del tradicional gazpacho andaluz, sino de una "reinterpretación" de esta popular sopa fría. La autora de esta delicia fue mi sobrina Isabel quien, a la hora de sacarlo a la mesa, buscó entre los comensales nuestra aprobación. Y ya lo creo que la obtuvo, y por unanimidad.

La gracia añadida a este gazpacho es el mango. El ligero dulzor del fruto le confiere a la sopa un agradable sabor, si bien la textura es algo más cremosa que el tradicional gazpacho andaluz. Me pareció una interesante propuesta, digna de ser recordada.

Ingredientes: 1 kilo de tomates maduros, 1 mango grande, 1/2 pepino, 1/2 pimiento verde italiano, 1 diente de ajo, vinagre de manzana, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, sal,  y unos pistachos tostados, así como un mango pequeño para finalizar el emplatado.

Elaboración: Pelar y trocear los tomates, el mango, el pepino, el pimiento y el ajo, e introducir todo en una batidora junto con el vinagre de manzana, el aceite y un pellizco de sal. Triturar hasta que no quede grumo alguno. Servir bien frío, y a la hora de emplatar y sacar a la mesa, añadir a cada tazón de gazpacho unos dados de mango junto con unos pistachos tostados y pelados.







miércoles, 3 de septiembre de 2025

01714 Escribir Para Recordar

 TERAPIA


A lo largo de este caleidoscopio vital, me he preguntado en innumerables ocasiones el motivo de mi empeño por continuar alimentando este blog. Cuando me entra la neura/duda de abandonar o de seguir con él, siempre vence, hasta la fecha, el hacia adelante. El agarre a tal cuestión no resulta ser siempre el mismo, aunque hay una constante que se repite llegado el momento; lo necesito, tengo necesidad de mantenerlo vivo y activo.

Hace unos cuántos días que vuelvo a arrastrar esta duda/neura. De hecho, el número de publicaciones ha descendido considerablemente en los dos últimos meses. Algo también tiene que ver, me imagino, el calor y el cansancio de mis días de huerto, cuya limpieza de su entorno parece no tener fin.

Animado sin ánimo, me he sentado frente al ordenador sin saber sobre qué escribir. No se me ocurría nada por más empeño que le he puesto. Así, que visto lo cual, me he ido a mi archivo fotográfico por si veía algo sugerente y que tuviera relación con las diez mil cosas que me gustan. Algunas imágenes de las que he visionado podían cumplir con los requisitos de este blog, pero finalmente las he ido descartando. Unas por pura pereza y otras, contagiadas por la desacostumbrada pereza. Cuando estaba a punto, un día más, de dejarlo estar, me he encontrado con la imagen que ilustra esta entrada. Data de hace catorce años y está tomada en unas vacaciones en Huelva; en concreto en El Rompido. La imagen recoge el premio diario con el que me agasajaba tras una buena y saludable caminata.

La instantánea, además de recordarme aquellos felices días de sol, playa y ocio en familia, me ha traído a la memoria una costumbre, que no era otra que la de agradecer y saludar a cada nuevo amanecer con un sencillo gesto. Aunque viniesen mal dadas, no importaba, siempre había un motivo para expresar mi gratitud a cada amanecer, a cada día de vida. Pero llegó una nefasta jornada en la que mi desencuentro con ella, con la vida, fue rotundo. A partir de ese instante, se fueron sucediendo una serie de acontecimientos que debilitaron mi existencia y mi forma de ver las cosas. Fue un tiempo convulso y desnortado. Desatendí mi vida, descuidé mis días y todo aquello en cuanto creía. Hasta clausuré saludar a los amaneceres. Es cierto que el tiempo todo lo cura. Y pasó el tiempo. Y si no curó todos mis pesares, al menos sí que consiguió cicatrizar muchas de las heridas que quedaron abiertas durante aquellos años. 

Volví a encauzar mi vida, aunque bajo mínimos. Recuperé algunos gustos y costumbres, entre estas, la de saludar a cada nuevo amanecer. Poco a poco torné a sentirme vivo. Mucha culpa de ello la tiene, precisamente, este caleidoscopio vital de buenas sensaciones y mi necesitado huerto.

Remiro de nuevo la imagen, y además de traerme al presente aquellos buenos y hermosos momentos, me dice que tengo que seguir escribiendo, aunque solo sea para obligarme a recordar los buenos y sentidos momentos que han acompañado a mi vida. 

jueves, 28 de agosto de 2025

01713 Paisajes Escritos y 16

 PEÑA OROEL


Inquietante Peña Oroel. Ella preside la gran terraza fluvioglaciar en la que se asienta la seductora ciudad de Jaca. El maravilloso mundo de la creación. La vida.

Óleo sobre lienzo de Fernando Herce.
Texto de Antonio Herce
Exposición: Paisajes Escritos. Huesca, junio de 2015




domingo, 24 de agosto de 2025

01712 El Pepino con Yogur

 POR VARIAR


En los años que llevo de aprendiz a hortelano, y son ya algunos, no recuerdo un verano tan generoso de pepinos. En mayo puse tres plantas, como todos los años, y ni sé la cantidad de frutos que he llegado a recoger. Todos los más allegados a mí han comido pepinos, e incluso los he transportado a otros puntos de la geografía española.

El caso es que no ha habido cena este estío que no me haya acompañado uno o medio pepino, en función de su tamaño. Me encanta esta hortaliza y no me complico un ápice en su preparación para consumirla. Pelar, cortar en finas ruedas, y aderezar con aceite, vinagre y sal. Es más que suficiente.

No obstante, por variar y "descubrir" otros horizontes, de vez en cuando, cambio el argumento. En esta ocasión, se trata de una sopa/crema de pepino con yogur; un tuneo de una receta aprendida de mi hermano Antonio, también forofo del pepino como yo, sencilla y sabrosa. Además, al tratarse de un resultado líquido, mis maxilares descansan y lo agradecen. Como quiera que solo la consumo yo, y que hice algo más de un litro, la sobrante la introduje en el frigorífico y he tenido para varios días. Bien, bien fresquita, algo ha aliviado los bochornos de estas noches estivales.

Ingredientes: 2 pepinos, 1 yogur, 1 diente de ajo, el zumo de medio limón y aceite de oliva virgen, sal y pimienta blanca molida al gusto.

Elaboración: Pelar y cortar el pepino en trozos medianos, pelar el diente de ajo e introducir en un procesador de alimentos o vaso de batidora. Añadir el yogur junto con el aceite, la sal, la pimienta molida y el zumo de medio limón. Triturar hasta conseguir una crema homogénea. Servir bien fría. A la hora de servir, si se desea, se pueden añadir unas gotas de aceite de oliva y algo más de pimienta molida.


miércoles, 20 de agosto de 2025

01711 Una de las Tapas de Chus

 SUMA SENCILLEZ


La sencillez de las cosas nos deparan en muchas ocasiones gratos e incluso inolvidables descubrimientos. Este caso al que voy a referirme, tiene que ver con un bocado de aperitivo, pero se puede trasladar esta apreciación a otros muchos aspectos de la vida. Suma sencillez.

El asunto es que recientemente llamé a mi amiga Chus para cerciorarme de que se encontraba en casa y así poder llevarle productos de mi generosa huerta. Habitualmente, siempre se trata de un sube y baja a su casa. Saludar, entrar las bolsas con el contenido hortícola hasta la cocina y despedida. Mi vida no da para más. Contra todo pronóstico, ese día que nos ocupa. el sol, con sus cerca de 40 grados a la una de la tarde, me echó del huerto. Me puse de nuevo en contacto con Chus para decirle que llegaría a su casa antes de lo previsto. Cuando subí, me aguardaba un delicioso aperitivo y una fría cerveza. Algunas de las delicias ofrecidas ya las conocía, pero una de ellas reclamó poderosamente mi atención. En uno de los platos, sobre unos crackers aparecían depositadas unas anchoas, acompañadas, a simple vista, por unas medias nueces de mantequilla. Mi amiga me invitó a probarlas. Creo que mi atención sobre el sencillo bocado me delató. Chus me explicó que se trataba de una tapa que había probado no hacía muchos días en un bar zaragozano y que le gustó. Efectivamente, la tapa en cuestión no guardaba secreto alguno; crackers, una buena anchoa y media nuez de mantequilla sin sal. Tras probar la primera, asentí con la cabeza. Curiosa y atractiva combinación de textura y sabores. Una propuesta a tener muy en cuenta para improvisar un aperitivo y acompañarla con una cerveza o lo que se tercie. Nunca se me hubiese ocurrido. Pero quien la ideara, acertó. Ya lo creo que acertó.

Cuando bajaba en el ascensor para volver a casa pensé, -últimamente pienso poco y mejor así-, la sencillez me ha vuelto a dar una nueva lección imprevista y gratificante.








viernes, 15 de agosto de 2025

01710 Las Chiretas

 FELIZ REENCUENTRO


Tocaba almuerzo. Comencé a leer las propuestas gastronómicas, cuando de repente, apareció ante mis ojos la palabra “chiretas”. Casi se me saltan las lágrimas de la emoción. Ya no me interesó nada más de lo ofertado. Mis compañeros de mesa se sorprendieron tanto por la elección como por mi manifiesta cara de felicidad. Tuve que explicarles que igual hacía más de veinte años que no las probaba y que hubo un tiempo, cuando vivía en Monzón y Gloria se desplazaba a la Ribagorza o al Sobrarbe por motivos de trabajo, siempre regresaba a casa con unas deliciosas chiretas. Nos encantaban cortadas a rodajas y fritas, previamente pasadas por harina y huevo. También les comenté que, en el aperitivo de nuestra boda, realizada en los claustros de la Catedral de Roda de Isábena, fueron protagonistas, junto a la torteta, morcilla, longaniza de Graus, chorizo, y otras viandas, en el inicio del festín, de un 2 de enero.

A modo de anécdota, recordé que la primera vez que comí chiretas fue en Monzón. No me gustaron absolutamente nada. Todo un fiasco. Un amigo me había regalado dos ejemplares y me dijo que, a él, como más le gustaban era al horno. Y así que las hice. No había por dónde hincarles el diente. Y eso que soy de los que no le hace ascos a nada en materia alimenticia. A la basura que fueron. Días más tarde, quedó demostrado que el problema es que no las había cocinado bien.

El caso es que, al cabo de unos días, en un bar de la mencionada localidad mediocinqueña, las ofrecían rebozadas, a modo de aperitivo, y a por ellas que fui. Me encantaron. Nada que ver con el resultado de mi torpeza. Desde aquel entonces, hasta que regresé a Huesca, mi afición por las chiretas fue creciendo sin límites. De aquí, que después de más de veinte años sin probarlas, me pareciera un lujo volver a tenerlas delante de mí sobre un plato.

Cuando las pedí, pregunté solo por curiosidad, cómo las cocinaban, y me dijeron que, en finas rodajas, a la plancha, con una picada de ajo y perejil, y con un huevo frito, opcional. Ya puestos, respondí, al completo. Nunca las había tomado de esta guisa y me parecieron exquisitas. Me hubiese tomado otro plato, pero me pareció excesivo. Para el feliz reencuentro ya estaba bien así. Además, cuando tenga antojo, ya sé dónde encontrarlas.

Para quienes no conozcan este embutido, decir que las chiretas son tripas de cordero, vueltas, cortadas y cosidas con hilo blanco en forma de saco o bolsa, y posteriormente rellenas de arroz condimentado con ajo, perejil, especias al gusto y las partes del cordero que se incluyen, en su origen, pulmón y corazón, cortadas en trocitos muy pequeños. Una vez elaborado el saco, se hierven unos tres cuartos de hora.

La palabra “chireta” proviene del verbo aragonés chirar, cuyo significado es “dar la vuelta”.

 




miércoles, 13 de agosto de 2025

01709 Mirada Agradecida

 DANZANTES DE HUESCA


Podrán pasar los años, pero el sentimiento y la mirada seguirán siempre agradecidos, aunque ya no seamos los mismos. 

lunes, 11 de agosto de 2025

01708 Paisajes Escritos 15

 HONESTOS SILENCIOS


Valles enigmáticos del Pirineo en los que habitan honestos silencios y abruptas montañas lejos del éxodo a las ciudades.

Óleo sobre lienzo de Fernando Herce.
Texto de Antonio Herce
Exposición: Paisajes Escritos. Huesca, junio de 2015


domingo, 10 de agosto de 2025

01707 En Familia

 POLLO AL CHILINDRÓN


El chilindrón, en el caso que nos ocupa, el pollo al chilindrón, sabe mucho más que a ave y huerta. Tiene el sabor del recuerdo y de la tradición. Un sabor a fiesta compartida entre nostalgias y emociones. Sabe a invitado y a familia. Lo he vuelto a ratificar, como cada año, en el 10 de agosto, mientras probaba el primer  bocado de este guiso y miraba, emocionado, la concurrida y animada mesa en torno a la que estábamos sentados en familia.


01706 Al Final de la Jornada

 10 DE AGOSTO, SAN LORENZO EN HUESCA


Santo y Patrón, no me busques en el olvido ni en la duda. Encuéntrame al final de una oración esperanzada al final de tu gran día.


01705 Mi Humilde Oración a San Lorenzo

 CADA 10 DE AGOSTO


Por los que están y por los que sin estar, permanecen siempre en cada gesto de tu fiesta; en el tañido de cada campana, en el dance de la espada y en la albahaca del rapatán, en el abrazo laurentino, en el recuerdo de mocedad aprendido y compartido, en el blanco de la amistad y el verde de la esperanza... Y en la mirada limpia y penetrante del Santo Patrón, San Lorenzo, al que vuelvo a recordar hoy, en la mañana del 10 de agosto, y le pido una sonrisa y protección para todos los oscenses.


jueves, 7 de agosto de 2025

01704 Reto o Tozudez

 TOZUDEZ O RETO


No hace muchos días, en uno de mis gratificantes cafés que acostumbro a tomar con mi amigo Pepe, no sé cómo salió a colación la cuestión de los retos. Pepe me comentaba que siempre le ha gustado tener retos en su vida y que llegada a la edad en la que nos encontramos, se hace necesario tener algunos en la recámara. A él, le encantan los retos. De hecho, ahora anda metido en alguno que otro. Yo, ese día, simplemente le escuchaba. En materia de retos estoy pez. Sí que me he propuesto a lo largo de mi vida alguno, pero no creo recordar que llegaran a buen término. Estoy pensando, pero no me viene nada a la cabeza. De los fracasos me acuerdo más. Por algo será.

Mira por dónde, que revisando fotografías de los cuadros que he pintado, este que ilustra la entrada, me ha hecho reflexionar sobre lo que me contó de los retos mi amigo y que tan solo he esgrimido un resumen, lo mollar de la conversación. Esta pintura, se trata de un paseo que me atrapó el día que anduve bajo sus árboles. Era un día precioso de luz, olía a limpio, a muy limpio, no me encontré a persona humana alguna y se me antojó que estaba disfrutando de mi personal jardín soñado. Hice unas cuantas fotografías con el objeto de, algún día, llevar este trozo de paz al lienzo. Y ese día llegó.

Comencé bien, pero conforme se sucedieron los días, el idílico cuadro se me empezó a hacer bola. Era, para mis habilidades pictóricas, bastante complejo. El exceso de vegetación y los verdes en sus distintas tonalidades me complicaban la vida. No había manera de aproximarme a lo que la fotografía me dictaba. Así, que un día que no estaba de buen talante, decidí abandonarlo.

Pasó algún tiempo hasta que volví a la carga con la decisión de no imitar a la imagen, del todo imposible para mi, pero sí de reinterpretar el modelo. Abandoné los verdes e incorporé otros colores que me ayudaran a recordar aquel lugar. Tampoco me resultó fácil, pero al final lo conseguí. 

Cuando vuelva a tomar café con mi amigo Pepe, sacaré de nuevo la conversación y le diré que aunque carezco de retos, y esto pudo ser uno, sí que soy muy testarudo, muy cabezón, como se dice en mi tierra. Este cuadro es una prueba de ello. Creo que el reto es otra cosa.


miércoles, 6 de agosto de 2025

01703 La Vida Es Como una Sandía

 RECORDANDO A FORREST GUMP


"La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar". Con esta célebre y niquelada frase comenzaba la película "Forrest Gump", magníficamente interpretada por Tom Hanks. Por cierto, me apetece volver a verla. Me lo anoto en mi libreta de asuntos pendientes.

El caso es que meto tantas horas al huerto, que hasta hablo con sus plantas y sus frutos. Hay días en los que no veo persona alguna. Mientras me tomaba un café y descansaba un rato, me he quedado mirando una sandía recién cogida de su mata y me ha venido a la cabeza la popular frase. Y he pensado que la vida también puede ser como una sandía, nunca sabes con qué dulce sabor te va a deleitar o lo sosa y sin sustancia que puede llegar a ser.

Mi suegro siempre decía que este huerto y su tierra no era apto para melones ni sandías, aunque en ocasiones, en muy contadas ocasiones, se rompe la regla, sobre todo en lo referente a sandías. Los melones los he dado por imposibles y ya ni me molesto en plantar, que para su resultado ya tengo los pepinos.

Retomando la tan traída frase, igual la caja de bombones queda más poética que la sandía. Su interpretación, como los bombones, tiene muchos matices. No lo discuto. La sandía, en cambio, o sale buena o es un fiasco, como la vida misma. O blanco o negro. Aquí si que no hay grises. 



01702 Los Espaguetis Negros con Mejillones y Botarga

 DISFRUTE PLENO Y PAUSADO


Desde que el huerto ha comenzado a regalarme sus frutos, mis comidas y cenas se basan en verduras y hortalizas, fundamentalmente. Este año está siendo especialmente generoso. No obstante, sobre todo llegado el fin de semana y en atención a otros gustos familiares, la huerta deja paso a otros sabores.

En esta ocasión, los protagonistas han sido unos deliciosos espaguetis negros con mejillones y botarga. Aunque todo, absolutamente todo, procedente de la huerta me encanta, echaba en falta este tipo de platos. Y este, especialmente.

Su preparación es super sencilla, además de rápida. Este cocinado, en un principio, lo preparábamos en casa con espaguetis blancos y mejillones, pero en los últimos tiempos, no sé si contagiados por cuanto nos rodea, es broma, todo es negro: espaguetis negros, arroces negros... El añadido de la botarga, especialidad gastronómica mediterránea hecha a base de huevas de pescado saladas y secas, fue a raíz de nuestro primer viaje a la isla de Cerdeña. Desde aquel entonces, y tras probar unos espaguetis con almejas y huevas de mujol, rara es la vez que no nos acompaña en las pastas con ingredientes marinos. Es una auténtica pasada el sabor que les confiere. Mañana volveré a los platos de huerta, pero de momento, disfrutaré plena y pausadamente de esta exquisitez.

Ingredientes para 4 personas: 500 gramos de espaguetis negros, 1 kilo de mejillones, 3 dientes de ajo, 3 guindillas cayenas, aceite de oliva virgen extra y botarga rayada en la cantidad que se desee.

Elaboración: En una sartén con un poco de aceite de oliva, cocinar los ajos picados y las cayenas, una troceada y las otras dos enteras. Cuando comience a dorarse el ajo, incorporar la pasta, escurrida, que habremos cocido previamente en abundante agua con sal. Remover a fuego medo durante un minuto. Añadir los mejillones sin sus valvas y que deberemos haber abierto al vapor. Remover durante un minuto para que se integren los sabores. A la hora de servir, rallar sobre cada ración ya en el plato, una buena cantidad de huevas. Servir caliente. 



domingo, 3 de agosto de 2025

01701 El Café en el Huerto

 EL MEJOR DEL DÍA


El café me gusta tomarlo en cualquier lugar y a cualquier hora. Desde hace muchos años se ha convertido en mi "bebida" de referencia. No pongo reparo alguno. Reconozco que me encanta, casi en exceso. Dicho lo cual, tengo que añadir que en los últimos años, donde más lo disfruto, en toda su plenitud, es en el huerto, justo antes de iniciar la faena.

Un café bebido en el termo donde lo he transportado y acompañado de un cigarrillo, mientras miro la tierra trazada, que espera mis diarias atenciones. Un café en soledad, sin ruidos, si acaso, el sonido del trinar de algunas aves que paran unos segundos en el huerto para continuar en otro lugar sus juegos. 

Es un café sin pensamientos. Ya es difícil. Pero sí, sin pensamiento alguno. Solo la mirada y la ilusión por lo que ha de venir, marcan tan preciado instante. Y así, un día tras otro. Como si se tratase de un ritual, me cambio de ropa, me siento en la pequeña acequia del huerto y voy saboreando pequeños y amargos sorbos de café. Me hace sentir bien y creo que este momento hasta me reconforta. Definitivamente, mi mejor café es el que me tomo sin prisas, sin ansias, sin sentirme observado, sin reproches, sin nada que me perturbe, sin lágrimas, sin reparos... Ese café que me tomo cada día en el huerto, justo antes de comenzar a mancharme felizmente con la tierra.


viernes, 1 de agosto de 2025

01700 Las Imágenes Paradójicas

 UN DIVERTIDO ENTRETENIMIENTO


De vez en cuando, en el ocioso caminar, te encuentras con imágenes paradójicas, que mirándolas detenidamente, son capaces de dibujarte una sonrisa. Esta es una de ellas. Es lo que parece; una torre vigía bajo un cielo cubierto de nubes con sus claros. Pero en ese entretenimiento, infantil entretenimiento, de cambiar la realidad por la utopía, pensé que bien podría tratarse de una chimenea que en lugar de arrojar humo, lanzara cielo de un intenso azul. Paradójico y del todo imposible. Aunque quien sabe, cosas más raras se ven en el devenir de los días.  


jueves, 31 de julio de 2025

01699 Tan Lejos y Tan Cerca

 SENCILLOS RECUERDOS


Tan lejos la edad y tan cercanos aquellos juegos. Cambio de cromos en las mañanas de los domingos, lazos de colores para los días de diario, columpios donde dibujar sonrisas para regalárselas al aire... Las mismas sonrisas que ahora me traen aquellos recuerdos. 

01698 Los Cardos a la Navarra

 DE TRADICIÓN


El cardo, con una ligera salsa bechamel y piñones, nunca faltó en mi casa materna en la cena de Nochebuena. Por aquellos años, este vegetal, como tantas otras cosas, solo se podía consumir en su temporada, que no era otra que durante el invierno. Con los años se popularizaron todo tipo de conservas, entre las que no podían faltar mis apreciados cardos. Ahora, para mi satisfacción, acostumbro a sacarlo a la mesa durante todo el año.

Habitualmente preparo esta verdura, una vez cocida, con unas buenas lajas de ajo frito en aceite de oliva virgen. Es más que suficiente para dulcificar una de las joyas de la huerta, por su sabor y textura inconfundibles.

En esta ocasión, he dado un paso más y los he cocinado a la Navarra. Para qué contar más. Además, los dos frascos en conserva utilizados, venían de esa tierra. Sencillos de preparar y donde el jamón serrano, la cebolla, el caldo de carne y el ajo elevan este cocinado a lo más alto del podium de la cocina casera tradicional. 

Ha sido un auténtico disfrute reencontrarme con este plato de verdura, además de recordarme que pronto tendré que plantar cardos en el huerto.

Ingredientes para 6 personas: 1 kilo de cardo fresco o en conserva. En esta ocasión, ha sido en conserva. 400 ml de caldo de verduras o de carne, 250 gramos de jamón serrano cortado en tacos, 1 cebolla mediana, 2 dientes de ajo, 1 cucharada sopera de harina de trigo, aceite de oliva virgen extra y sal.

Elaboración: Pelar y cortar la cebolla muy fina. Pelar y picar los dientes de ajo. Calentar un poco de aceite en una sartén amplia. Cuando el aceite esté caliente, incorporar la cebolla y los ajos. Cocinar a fuego medio hasta que la cebolla adquiera un tono dorado. Añadir el jamón y cocinar durante un par de minutos. Añadir la cucharada de harina y mezclar. Incorporar el caldo. Cuando esté caliente, añadir el cardo y remover. Cocinar durante unos cinco minutos, removiendo de vez en cuando. Rectificar de sal y servir caliente.




lunes, 21 de julio de 2025

01697 Paisajes Escritos 14

 PLENITUD INFINITA


Decía Jean François Millet, que lo más alegre que llegó a conocer fue la calma, el silencio de los bosques y campos. Miguel de Unamuno acudía al regazo de las montañas por fuerzas "para seguir luchando por la lucha". Y la luz viviente, con sentimientos y pasiones. La madre tierra en su plenitud infinita, queda.

Óleo sobre lienzo de Fernando Herce.
Texto de Antonio Herce
Exposición: Paisajes Escritos. Huesca, junio de 2015

sábado, 19 de julio de 2025

01696 Recuerdo de una Tarde

 DE VERANO


Recuerdo aquella tarde en la que me propuse aprender a pintar olas. A esa labor dediqué varias horas en un día de nubes y claros. Mientras mezclaba colores, a la espuma de la ola le confié mis deseos y temores. Si se los llevó o los dejó en la húmeda arena, no lo sé. El suave rumor y la salada brisa despistaron mi atención


viernes, 18 de julio de 2025

01695 Ya Están Aquí

 LOS AVENTAJADOS DE LA CLASE


He vuelto a retomar las labores hortícolas tras dos años de ausencia. Necesitaba con urgencia volver a enterrar sinsabores y desengaños, y plantar vida e ilusionada esperanza. Así, tal y como acostumbraba, después de preparar la tierra, el 15 de mayo, San Isidro, comencé a alinear las diminutas plantas en la fértil tierra. Me llevó unos días. Mi cuerpo, además de maltrecho, no está para muchos festivales. Me lo tomé con calma, con mucha calma e intentando disfrutar de cada momento. En poco más de un mes de intenso trabajo, pues además de mimar el huerto tuve que limpiar de hierbas todo el entorno, las plantas comenzaron a asomar sus verdores. Siempre esta imagen me parece un espectáculo. En los primeros día de julio, la planta del calabacín hizo gala de sus grandes y llamativas hojas, y en medio de su follaje dejaba entrever ya sus enormes flores amarillas. Si todo iba bien, en una semana el huerto iniciaría a regalar sus tesoros. Una mañana, después de dos días de mi involuntaria ausencia, vi los primeros calabacines. Y pensé con la sonrisa puesta: "Ya están aquí los aventajados de la clase". Agradecí su presencia. Mereció la pena todo el esfuerzo. El ciclo de la vida me volvía a reconfortar y a hacer que estuviera bien conmigo, cuando me llevo francamente mal.


01694 El Olor de las Tomateras

 GRATO Y SEDUCTOR


Igual me repito. Me cuesta controlar lo dicho y lo ausente. El caso es que esta mañana he estado atando las tomateras. Después de varias horas de revisión de las plantas, todo mi cuerpo olía a tomatera. Su olor me produce felicidad. Me he recreado con el grato y seductor aroma de las tomateras. Y he pensado una vez más, que si alguien ideara un perfume con esencia de tomate, yo sería sin duda un fervoroso consumidor. De momento, me conformaré con el roce de sus hojas en mi piel.

miércoles, 16 de julio de 2025

01693 Momentazo

 EL HUERTO, SIEMPRE EL HUERTO


Cuando la tarde cae sobre el huerto y una dulce sensación de paz y armonía lo inunda todo


lunes, 14 de julio de 2025

viernes, 11 de julio de 2025

01691 Necesitada Renovación

 PENSAMIENTOS A LA FUGA


Se han ido. No han pedido permiso. Simplemente, se han marchado. Hoy, mis pensamientos me han abandonado. No me han comunicado su destino. Espero que allá donde fueren, regresen renovados. 


martes, 8 de julio de 2025

01690 Paisajes Escritos 13

SIERRAS ESCONDIDAS


Sierras escondidas al amparo de bravías cordilleras kársticas. Bosques de hondo latido y ardiente oscuridad. 

Óleo sobre lienzo de Fernando Herce.
Texto de Antonio Herce
Exposición: Paisajes Escritos. Huesca, junio de 2015



lunes, 7 de julio de 2025

01689 Esta Vez Elijo Yo

 PARA VARIAR


¿Quedamos?

¿Dónde siempre?

No. Esta vez elijo yo.

Nos vemos en cualquier lugar 

en el que el color se haga costumbre.



miércoles, 2 de julio de 2025

01688 Una Pequeña Lección de Vida

 PACIENCIA Y ESPERANZA


Una nueva lección de la Naturaleza. Cuando planté, allá por mayo, estas plantas de berenjena, a los pocos días comenzaron a perder su lozanía. Estuve a punto de arrancarlas y poner otras nuevas. Pero algo me dijo, “espera”. Y así lo hice. De estar tumbadas en la tierra con apenas dos o tres hojas, comenzaron a erguirse y a mostrar su verdor. Hoy, respiran vida al amparo de la Naturaleza y sus ganas de ser y existir. Hoy, he recordado una de las sencillas reglas de la vida; paciencia y esperanza.


01687 Otra Vez el Mar y Yo

 ¡QUÉ GUAY!


Escucho a mi lado la voz de un niño decir ¡el mar, qué guay!  Y yo digo en voz queda, ¡sí, que guay!

Miro a mi alrededor y no veo a nadie. Solo estamos el mar y yo.


martes, 1 de julio de 2025

01686 No Siempre Resulta Fácil

 SONREÍR


No siempre resulta fácil sonreír. A veces cuesta esfuerzo. Sobre todo en esos días en los que no pasa nada y sucede de todo. Es entonces, cuando la naturaleza sala tu paso para sacarte la sonrisa que pensabas haber dejado en casa. Por algo dicen que es sabia. También por estas pequeñas cosas.

lunes, 30 de junio de 2025

01685 Así Tendría Que Ser

 UN AGRADECIMIENTO Y UN PERDÓN


He perdido la mirada en un punto anclado en un silencioso cielo de atardecida. Contagiado por el mutismo del momento, hasta mis pensamientos han querido respetar tan amable y necesitado sosiego. Todos, menos uno. Aquel que me ha recordado que en cada día cabe, por lo menos, un agradecimiento y un perdón.


miércoles, 25 de junio de 2025

domingo, 22 de junio de 2025

01683 Contra Todo Pronóstico

TODA UNA EXPERIENCIA


Contra todo pronóstico, acabo de descubrir en un día de desafectos con la vida, que sé estar sin hacer nada. Hasta mi cabeza con sus pensamientos se ha desactivado. Ha sido toda una experiencia.


lunes, 16 de junio de 2025

01682 La LLuvia Hoy No Moja

 ACARICIA


La lluvia hoy no moja, acaricia. Tal es la quietud, que el paraje parece una fotografía hecha a la medida. A lo lejos canta un gallo. La tierra mojada me trae recuerdos indeterminados. Inclino mi cabeza hacia atrás, cierro los ojos, los abro y la confusión se me presenta como algo natural.


miércoles, 4 de junio de 2025

01681 A Cara Descubierta

 SIN TRAMPA NI CARTÓN


Puede que me repita. Seguro que me repito. No me cansa la belleza ni los momentos vividos a costa de ella. Sin trampa ni cartón. Una puesta de sol siempre es un regalo sorprendente, cuando ya pocas cosas pueden llegar a sorprenderte. Hoy no hay metáforas ni imaginación para la causa. Solo existe el final de un día. Da igual cómo haya sido este. Todo se olvida ante la belleza a cara descubierta.


martes, 3 de junio de 2025

01680 Comprometida con la Vida

 PRIMAVERA


... y de las yemas de los dedos, todavía abrigados, brotaron finas ramas hacia una nueva vida, deseosas de alcanzar un cielo imposible, a pesar de estar aupadas por la luz cálida de una primavera comprometida.


domingo, 1 de junio de 2025

01679 Improvisado Vestido de Fiesta

 EFÍMERA VESTIMENTA


La tenue luz de atardecer ayudó a vestirse a unas despistadas nubes, que transitaban sobre mi cabeza de forma lenta y desordenada. Su efímera vestimenta, como de fiesta, contrastaba con un cielo, como de diario. Me pareció una bella estampa con la que terminar un día más de primavera, antes de regresar a casa y acabar regalando mi cansancio al sueño. Les deseé buen viaje, allá donde fueran con su improvisado vestido de fiesta. 


viernes, 30 de mayo de 2025

01678 Llama Sin Reserva

 LLAMADOR


Llama sin reserva.
Mi puerta, como mi corazón,
siempre está abierta.
Igual la casa no está recogida.
No es pereza,
es que ya no sé cómo ordenar tanta vida.

Llama cuando quieras.
Y si no estoy,
pasa,
siéntate y espera.

Seguro que no tardaré en llegar.
Mi casa, con sus recuerdos,
es lo único que me queda.
 


martes, 27 de mayo de 2025

01677 El Queso Brie

"EL REY DE LOS QUESOS"


Dicen que está considerado como “el rey de los quesos”. No seré yo quien diga lo contrario, pues me encanta. Habitualmente, siempre hay en el frigorífico de casa un triángulo o una rueda de este cremoso queso a la espera de una ocasión cualquiera para deleitarnos con él. Puede ser en una espera, en un aperitivo o como parte de algún plato. Su presencia siempre es satisfactoria.

Nunca olvidaré mi primer contacto con este queso tradicional francés. Hay que situarse en la década de los años 70 del siglo pasado. Fue en el Principado de Andorra, a donde de vez en cuando acudía con mi madre en la típica excursión de ida y vuelta en autobús. Una locura de viaje para recorrer tiendas y más tiendas en busca de aquella mercancía que no se encontraba en el lugar donde vivíamos o aquellos productos que se adquirían a un precio sensiblemente inferior al acostumbrado. Así, después de una intensa jornada, volvíamos a casa cargados de algunos licores, mantequilla, tabaco, alguna colonia o perfume, azúcar, chocolate, algún aparato de radio o un reloj de pulsera… y quesos. Quesos de mil formatos y sabores. Y de entre todos ellos, uno, nunca visto por mí, recubierto de un curioso moho blanco, me llamó la atención. Sin saber si nos gustaría o no, compramos uno, y ya lo creo que nos encantó. En nuestro desconocimiento, a aquel primer queso Brie, le quitamos, precisamente, su corteza blanquecina, para comernos solo su pasta blanda. Algún tiempo después, alguien nos hizo saber que la corteza también era comestible y que tenía un leve aroma a moho y champiñón fresco. Nunca más les quitamos la corteza.

El queso Brie es un queso elaborado con leche cruda de vaca y clasificado dentro de los quesos de pasta blanda. Recibe este nombre por la región geográfica francesa de la cual procede, la Brie, al este de París y es uno de los quesos más antiguos documentados del mundo.

Cuenta la historia, que por el año 774, el rey Carlos I el Grande, Carlomagno, camino a París fue agasajado en Brie con un queso por los monjes del lugar. El rey quedó tan impresionado con este queso, que solicitó un envío regular a palacio. “En poco tiempo, el queso Brie ya era muy famoso entre la realeza, quienes acostumbraban a utilizar como obsequio para agradar a las personas más influyentes de la época”. En 1814, durante la celebración del congreso de Viena se coronó como “el rey de los quesos”, donde participaron treinta embajadores europeos con sus respectivos quesos para llevar a cabo el concurso. Desde 1980 este queso tiene una denominación de origen protegida: Brie de Meaux.

Como he comentado con anterioridad, el queso Brie se puede degustar de diversas formas: crudo, derretido, acompañado de pan o de frutas y mermeladas, de frutos secos, en ensaladas, en rellenos de hojaldre… Es muy versátil. Por ejemplo, la propuesta que ilustra esta entrada, se trata de unas rodajas de queso Brie sobre unas regañas. Fue para un momento de espera junto a un vaso de sidra. Buena combinación. Por supuesto, la espera se hizo más llevadera.

 




domingo, 25 de mayo de 2025

01676 Las Tortillas de Camarones

 SABROSAS, FINAS Y CRUJIENTES


Desde que descubrí en mis primeras vacaciones en Andalucía las tortillas de camarones, de esto hace algunos años ya, se convirtieron en una de mis debilidades, ya no a la hora del aperitivo, sino en cualquier momento. Lo tienen todo; sabrosas, finas y crujientes.

Aunque se trata de un plato típico de la gastronomía gaditana, fue en Huelva donde las degusté por primera vez y me enamoré de ellas. En Cádiz, por lo que pude leer en su momento, se toma como tapa durante todo el año, si bien es en época de Carnaval cuando su consumo aumenta. Recuerdo que ese verano que las probé por vez primera, se convirtieron en una obsesión. No sé cuántas tortillas llegué a probar. Ya no solo en los bares a los que acudíamos como referencia, sino también en el apartamento. Aprendimos a cocinarlas rápidamente, siguiendo las instrucciones de una receta que cayó en nuestras manos, y está mal que lo diga, pero estaban de rechupete. Bueno, vale, las primeras que elaboramos dejaban algo que desear. Malmetiendo se aprende, pero pronto le cogimos el tranquillo a la mezcla de harina de trigo y garbanzos con camarones, agua, sal, cebolla y perejil.

De vuelta a casa tras las vacaciones, y dado que por estos lares conseguir camarones es casi una misión imposible, nos aficionamos a unas tortillas de camarones que ofrecía una famosa cadena de supermercados. Se podían comer, pero les faltaba la crujiente textura a la que nos habíamos acostumbrado en tierras andaluzas. De cualquier manera, por aquellos años, raro era el fin de semana, que no echáramos mano de las ofrecidas por el supermercado en cuestión para darnos un pequeño gran homenaje. No sé si todavía las seguirán vendiendo. Esa fiebre, como tantas otras, pasó a la historia. Ahora, si por esas casualidades de la vida, algo inhabitual por otro lado, vemos camarones en la pescadería, no nos lo pensamos dos veces. A por ellos que vamos y unas cuantas tortillas caen. Ya lo creo que caen. Y es que están de vicio.

La receta que a continuación comparto es la que cayó en nuestras manos en aquel primer viaje vacacional a tierras andaluzas.

Ingredientes: 150 gramos de camarones frescos, 100 gramos de harina de trigo, 100 gramos de harina de garbanzo, 50 gramos de cebolleta o cebolla muy picada, perejil fresco, 250 ml de agua muy fría, aceite de oliva virgen y sal.

Elaboración: Mezclar las harinas en un bol y añadir la cebolleta o cebolla y el perejil muy picado, una pizca de sal y los camarones. Verter el agua muy fría y remover hasta conseguir una masa ligera. Dejar reposar en el frigorífico durante media hora. Sacar del frigorífico y volver a remover. Calentar en una sartén grande abundante aceite de oliva y ayudados de un cazo, incorporar al aceite pequeñas cantidades de la masa y esperar a que cuaje, dándoles la vuelta para que se doren por ambas caras. Depositar las tortillas en papel absorbente de cocina y listas para consumir.