TORTILLA OTOÑAL
El caso es que este año el huerto me ha obsequiado con un buen número de ejemplares y además, de un aspecto de llamar la atención. Durante todo el verano la berenjena ha estado muy presente en mi dieta y yo encantado.
El ciclo del fruto ha llegado a su fin y es el momento de recoger los pocos que quedan en el huerto. En lo concerniente a las berenjenas, las que todavía se asoman en las ya deterioradas plantas, son de pequeño tamaño. Alguna grande también he recogido, aunque bastante maltrecha por la presencia de los caracoles. Este año, los animalitos con la casa a cuestas también han disfrutado, como yo, del huerto.
Siguiendo con mi lema de "aquí no se tira nada", he limpiado bien las moradas lágrimas para abrir la veda de las tortillas de berenjenas. ¡Y cómo las he disfrutado! ¡Qué cenas más gustosas y familiares nos han deparado!
Se trata de una de mis preferidas tortillas otoñales. Más bien para cenar y acompañada de unas rodajitas de pan con tomate. Me resulta una tortilla cálida y de grato recuerdo. Creo que esta es la última del año. En el frigorífico todavía quedan algunas pequeñas berenjenas, pero me temo que poco o nada se podrá aprovechar ya. Me quedaré y guardaré su regusto hasta la nueva temporada. En cuatro fríos y unos cuantos soles volverán a alegrar el huerto.
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