domingo, 3 de agosto de 2025

01701 El Café en el Huerto

 EL MEJOR DEL DÍA


El café me gusta tomarlo en cualquier lugar y a cualquier hora. Desde hace muchos años se ha convertido en mi "bebida" de referencia. No pongo reparo alguno. Reconozco que me encanta, casi en exceso. Dicho lo cual, tengo que añadir que en los últimos años, donde más lo disfruto, en toda su plenitud, es en el huerto, justo antes de iniciar la faena.

Un café bebido en el termo donde lo he transportado y acompañado de un cigarrillo, mientras miro la tierra trazada, que espera mis diarias atenciones. Un café en soledad, sin ruidos, si acaso, el sonido del trinar de algunas aves que paran unos segundos en el huerto para continuar en otro lugar sus juegos. 

Es un café sin pensamientos. Ya es difícil. Pero sí, sin pensamiento alguno. Solo la mirada y la ilusión por lo que ha de venir, marcan tan preciado instante. Y así, un día tras otro. Como si se tratase de un ritual, me cambio de ropa, me siento en la pequeña acequia del huerto y voy saboreando pequeños y amargos sorbos de café. Me hace sentir bien y creo que este momento hasta me reconforta. Definitivamente, mi mejor café es el que me tomo sin prisas, sin ansias, sin sentirme observado, sin reproches, sin nada que me perturbe, sin lágrimas, sin reparos... Ese café que me tomo cada día en el huerto, justo antes de comenzar a mancharme felizmente con la tierra.


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