ATRACTIVO DULCE DE SOBREMESA
Mantequilla, harina, claras de huevo, azúcar y almendra; con estos ingredientes, mezclados en su justa proporción, se elabora, para mi gusto, uno de los dulces de sobremesa más atractivos. Me parecen una pasada de buenas.
Este dulce, según tengo entendido, de origen francés, con lo
que me gusta, nunca lo habíamos elaborado en casa. Fue a raíz de que nos
sobraran unas claras. Habitualmente, cuando esto sucede, y en nuestra cultura
del aprovechamiento, hacemos merengues. Pero en esta ocasión, nos atrevimos a
preparar unas tejas, siguiendo las instrucciones de una receta de Carme Ruscadella.
Nos salieron dos hornadas. La primera quedó algo blandengue; desconozco el motivo.
No así la segunda, que resultó ser todo un descubrimiento. De cualquier manera,
no quedó ni una para muestra de las dos bandejas. De hecho, las fotografías que
ilustran esta entrada, no pertenecen a “nuestras tejas”. Cuando me quise dar
cuenta no quedaba dulce al que fotografiar. Las imágenes se corresponden con
unas tejas y cigarrillos de Tolosa, de la Casa Ezeiza, que no sé cómo llegaron
a casa.
El caso es que ya hemos abierto el camino y no sé qué me da,
que cuando sobren claras de huevo, los merengues van a tener que alternarse con
las siempre deliciosas y apetitosas tejas de almendra.
Elaboración: Vaya por delante que tanto la mantequilla como
las claras deberán estar a temperatura ambiente antes de comenzar a elaborar
las tejas. Además, la mantequilla tiene que presentar una textura de pomada.
Dicho esto, comenzaremos por tamizar la harina en un bol para evitar los grumos.
A continuación, agregaremos el resto de ingredientes y mezclaremos hasta que
quede una mezcla bien homogénea. Forraremos con papel de hornear las bandejas
que vayamos a utilizar y dispondremos sobre ellas pequeñas cantidades de pasta
que extenderemos hasta dejarla lo más fina posible. Introduciremos las bandejas
en el horno precalentado a 180 grados centígrados y las dejaremos entre 7 y 10
minutos. Sobre todo, hay que conseguir que se doren, pero con cuidado de que no
se quemen. Una vez cocidas, las sacaremos del horno y dispondremos las finas
galletas sobre un rodillo. Presionaremos suavemente para que cojan la forma
adecuada. Operación esta que hay que hacer sin prisa, pero sin pausa. Dejaremos
enfriar y a disfrutar de este manjar.
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