miércoles, 5 de agosto de 2015

00088 Santa Cruz de la Serós

UN DESTINO CON ENCANTO

A los pies de la sierra de San Juan de la Peña y al sur de la Canal de Berdún. Allí se encuentra Santa Cruz de la Serós;  uno de los muchos destinos con encanto que atesora la provincia de Huesca. Pequeña localidad tanto en dimensión como en habitantes, pero grande en  belleza e historia. Declarada conjunto histórico artístico del Camino de Santiago, ya mereció en el año 1913 que su iglesia parroquial, con restos del antiguo monasterio, fuera declarada monumento nacional.

Acceder a Santa Cruz de la Serós es respirar paz t llenar los pulmones de aire, de limpio y penetrante aire fresco. Los edificios, que conservan su arquitectura popular, con ornamentales chimeneas y galerías de madera orientadas al mediodía, saludan cada paso del curioso o caminante.

Es tiempo para alardear de la, en ocasiones, necesaria dejadez. Del encuentro de familia numerosa. Del desayuno sin prisa con pan de pueblo, mantequilla, mermelada, café con leche y, como hay tiempo, otro café. Es tiempo de largas sobremesas. De pausados paseos y de admirar todo cuanto te rodea.

Y en ese mirar y admirar, dos joyas del patrimonio histórico-artístico de esta provincia: la iglesia parroquial de Santa María y la iglesia de San Caprasio.

IGLESIA PARROQUIAL DE SANTA MARÍA

"El monasterio femenino de Santa María de Santa Cruz de la Serós, de la Orden Benedictina, fue fundado por la acción real de Ramiro I de Aragón en la segunda mitad del siglo XI. En esta comunidad, en cierta manera vinculada a los monjes de San Juan de la Peña, ingresaron las tres hijas del rey Ramiro: doña Urraca, doña Teresa y doña Sancha. Fue ésta última la que, mediante sus donaciones, establecería la importante base patrimonial del monasterio. Así, con el paso del tiempo, reyes, nobles e incluso pequeños propietarios particulares contribuirán en la formación del dominio monacal de las benedictinas. La comunidad de las hermanas o sorores pervivirá en este lugar hasta su traslado a la vecina ciudad de Jaca, llevado a cabo en 1555, donde permanecen sus sucesoras en la actualidad.


Del monasterio de Santa María sólo se conserva la iglesia de inconfundible estampa, más algunos capiteles del desaparecido claustro, que se hallan desperdigados. Se trata de un monumento contemporáneo de la catedral de Jaca, cuyas tendencias estilísticas replica. La recia torre, concebida más como fortaleza que como campanario, presenta en su mitad superior ventanales germinados, se cubre con bóveda semiesférica sobre trompas y termina en octógono con tejado piramidal.

La decoración escultórica en Santa María la vemos en la portada con un relieve con dos leones que flanquean un crismón inscrito en círculo por el que corre una inscripción epigráfica, alusiva a la simbología cristiana de la puerta.

El conocido sarcófago de la condesa Sancha, obra maestra de la escultura románica, fue trasladado en el siglo XVI de este monasterio al de las benedictinas de Jaca, donde se conserva".

IGLESIA DE SAN CAPRASIO

"Se levantó en el último cuarto del siglo XI siguiendo los preceptos del románico de tradición lombarda. Es uno de los ejemplos más interesantes que pueden encontrarse en todo el Pirineo. La planta del templo es un rectángulo ligeramente irregular con un ábside en hemiciclo que se une a la nave mediante un aro de embocadura. En el exterior, caracterizado por la modestia y austeridad del románico lombardo, se aprecian algunos elementos básicos en la ornamentación de la época, como los arquillos. El interior es todavía más austero. No hay concesión alguna a lo decorativo". 















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