martes, 28 de noviembre de 2023

01217 El Árbol de Jade

UN AMULETO EN EL INTERIOR DEL HOGAR


Fue otra de las plantas que se vino conmigo cuando falleció mi madre. No recuerdo con exactitud cuanto tiempo la tuve. Sobrevivió a dos traslados. La cuidé como oro en paño, hasta que en un descuido mío, en pleno invierno, se me olvidó "abrigarla" y una helada acabó con su existir. Pensé que podría salvarla, pero todos los cuidados y consejos puestos en práctica fueron inútiles. El día que definitivamente la di por muerta, sentí que con ella se iba una de las alegrías y felices entretenimientos de mi madre. Soy así de sentimental. Estuve a punto de adquirir otro ejemplar, pero estaba tan rabioso, que finalmente desistí.

Siempre que veo un árbol de jade, me acuerdo de mi madre, del cariño que le tenía y de la ilusión que mantenía por verlo florecer. Algo que nunca consiguió que se materializara.

El pasado mes de agosto, mi amiga Chus nos invitó a cenar en su casa a la familia. En la terraza, entre su siempre maravilloso y elegido vergel, había un hermoso árbol de jade. Tenía un aspecto fenomenal, tal y como recordaba al que yo tuve y no supe cuidar. Le pedí a la anfitriona que me diera un esqueje para plantarlo en casa e intentar volver a tener conmigo este árbol, que aporta calma y energía positiva, según me comentó Chus. El caso es que cenamos, de vicio como es costumbre en esa casa, empezamos a hablar y a jugar al rummy... y en la despedida, no nos acordamos de cortar un esqueje del árbol.

Pasaron los días hasta llegar al 5 de septiembre; día de mi cumpleaños. Como tiene por costumbre, Chus me llamó para felicitarme. Por esos días estábamos fuera de casa. Al cabo de una semana, Chus me envió un wasap, preguntándome si ya habíamos regresado del viaje, adjuntando a la pregunta una fotografía con dos pequeños árboles de jade que me había comprado por mi cumpleaños, junto al siguiente texto: "Qué significa tener una planta jade en casa. De acuerdo con el Feng Shui, la planta de Jade simboliza la riqueza, la prosperidad, la armonía familiar y la salud. Por ello, se considera un amuleto en el interior del hogar y se la conoce también como la planta del dinero o la abundancia".

A los pocos días de regresar a casa, las dos pequeñas plantas entraron a formar parte de mi cotidiano mirar en la terraza. Han crecido bastante, las he cambiado a sendas macetas un poco más grandes y parecen estar bien. No sé si llegan con todo aquello que predice el Feng Shui, pero con tal que me quede como estoy, ya es más que suficiente. De momento, una cosa parece clara desde su llegada; me siento feliz al verlas y con ello, ya han cumplido con creces su estancia en casa. 



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