lunes, 25 de noviembre de 2019

00883 La Plumeria

FRANGIPÁN, SÍMBOLO DE LA INMORTALIDAD



A través del ventanal de la terraza entraba un dulce y limpio olor que se incorporó desde el primer día a mi extenso listado de fragancias experimentadas y ocupar así uno de los lugares de preferencia. Un aroma suave y placentero en consonancia con un paisaje en la distancia de mar y brillos.

Aspirar con los ojos cerrados para no despistar la dicha se convirtió en el ritual del despertar de los breves días. Un olor de silencio y quietud, armonioso y duradero. No había prisa en esos luminosos días, solo instantes colmados de nuevas sensaciones.

Cuando la noche desdibujaba la línea del horizonte, el aroma se hacía más intenso, más penetrante, más sugerente y entrañable. Era la rúbrica sin trazos a una jornada de favor. Solo quedaba para despedir el día, aspirar con la cabeza inclinada sobre las cervicales y, con los ojos bien abiertos, contemplar un cielo desordenado de estrellas que parecían impregnarse de un limpio y dulce olor de hermosa plumeria acariciada.

La plumeria o frangipán es un pequeño árbol o arbusto con grandes hojas y cuyas flores, en forma de hélice y cinco pétalos,  son las más perfumadas de la naturaleza. Se integra en la familia de las apocináceas con siete especies de árboles y arbustos originarios de México y Centroamérica. El nombre del género plumeria es un homenaje al francés Charles Plumier, botánico francés del siglo XVII que viajó al Nuevo Mundo documentando muchas especies de plantas y animales.

En la India, esta planta es símbolo de la inmortalidad por su capacidad de producir flores y hojas incluso después de haberla sacado de la tierra. En Laos está considerado como un árbol sagrado. De aquí que cada templo budista tenga plantado en su patio este árbol.







No hay comentarios:

Publicar un comentario