viernes, 15 de noviembre de 2019

00877 Castilsabás

DOMINANDO EL PAISAJE

Habría pasado a sus pies decenas de veces hasta que en una ocasión, movido por un proyecto fallido, decidí pasear por sus calles y regalarme imágenes de piedra y paisaje. Acudí con el interés de recrear mis sentidos como acostumbro hacer cuando visito un pueblo por vez primera.

Me llamó la atención la búsqueda de altura de la localidad para dominar el paisaje. Sabia decisión, pues el entorno es espectacular, de los que no importa el tiempo que haya que empeñar para disfrutarlo.

El paseo por la empinada calle del pequeño pueblo hubiese estado marcado por la soledad a no ser por la improvisada y bien recibida compañía de un entrañable perro que no me dejó desde que me apeé del coche hasta que volví a subir a él para seguir el trayecto. Daba la impresión de que nos conociéramos de toda la vida. Yo alguna cosa perruna le decía, mientras él me miraba. Si me detenía para hacer alguna fotografía, él se sentaba sobre sus patas traseras en modo espera. Si proseguía mi caminar, él hacía lo propio, pausadamente, muy cerca de mí, como un buen colega.

Jalonada por robustos y bien cuidados edificios, la calle, tengo que confesar, me supo a poco. Era tal el silencio y la quietud que se respiraba, que por un momento me dio la impresión de ser un intruso en medio de una bella postal de algún recóndito lugar.  Casi sin darme cuenta, se me apareció, en curioso equilibrio, la iglesia parroquial dedicada a San Antonio Abad; una edificación de regulares proporciones, de tres naves de planta rectangular y una torre no muy alta.

Pero lo mejor todavía estaba por llegar. Al final del trayecto, donde un cementerio pide oración, la vista se sube a una atalaya para contemplar un edificante paisaje. Al sur, el somontano en pleno verdor, era primavera; y al norte, la siempre sugerente sierra de Guara de azulados contrastes. Me quedé entusiasmado. Mi compañero, el can, me miraba como queriendo regresarme y yo no sabía como explicarle que no había prisa, que para mí era una visión necesitada. No recuerdo cuánto tiempo estuve deleitándome con el olor a limpio y la vista traviesa, solo sé que me pareció un lugar entrañable, otro de los muchos que deparan nuestros pueblos en su tenaz supervivencia.

De regreso al coche, y siempre en compañía de mi improvisado "colega", me detuve delante de una puerta para fotografiarla. Me gustan las puertas y por estos lares hay unas muestras magníficas. En ese preciso instante se abrió el acceso que estaba fotografiando y apareció una señora de mediana edad. Tras cerrar la puerta se advirtió de mi presencia y de forma amable me interrogó si quería entrar a visitar el "Horno de pan comunal de Castilsabás", recuperado en el 2015 por la Diputación Provincial de Huesca, el Municipio de Loporzano y la Asociación de Castilsabás. Y así lo hice. Fue el colofón a una espléndida y gratificante mañana. El horno, cuya visita recomiendo desde este humilde blog, me pareció una preciosidad. Cualquier día lo traeré hasta este caleidoscopio vital.

La amable vecina también me invitó a visitar las antiguas escuelas, ahora destinadas a local de la Asociación de Castilsabás y local social. Me dijo que vivía en Huesca y que, como tantos otros vecinos, pasaba aquí los fines de semana y la época estival. Y me habló de su infancia y de los días felices en esta pequeña localidad. Mientras le escuchaba, me pareció adivinar emoción en sus ojos y en cada una de sus palabras. Palabras emocionadas que uní a mis pasos en la despedida.

Ah! mi improvisado amigo, como buen anfitrión, me acompañó hasta la salida de la localidad. Y sí, regresaré para volver a disfrutar de un pausado y sentido paseo.

Nota: La localidad de  Castilsabás, con algo más de 20 habitantes, pertenece al municipio de Loporzano y dista de Huesca 12 kilómetros. Próxima a Castilsabás se encuentran la ermita de Nuestra Señora del Viñedo, desde la antigüedad centro religioso de toda la zona conocida históricamente como Abadiado de Montearagón, y el Molino del Viñedo, un molino aceitero referencia de esta actividad de la economía rural de tiempos pasados.

















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