miércoles, 3 de enero de 2018

00608 Las Gildas

VERDES, SALADAS Y UN POCO PICANTES

Si hay un pincho que ha sabido sobrevivir ajeno a modas, usos y corrientes, este ha sido el palillo con aceituna, guindilla y anchoa, popularmente conocido y reconocido como "Gilda". Apetecible a cualquier hora, bajo en calorías y llevadero con cualquier tipo de bebida. Un pincho sin distingos, popular y que sigue gozando de buena salud,  después de más de sesenta años de historia,  entre los asiduos del  aperitivo. Un pincho sencillo, barato y genial, con una mezcla de sabores que lo hace delicioso.

Se cuenta que tan popular pincho o banderilla nació en la Donostiarra y mítica Casa Vallés, un referente de la cultura culinaria tradicional vasca. En el año 1946, cuando el vino se ofrecía en porrón y los taberneros servían aceitunas, guindillas y anchoas para acompañar, un cliente, un tal Txepetxa, decidió ensartar los tres alimentos en un palillo, y tal fue la aceptación, que pronto se convertiría en el pincho estrella. Fue también este parroquiano quien bautizó la tapa como "Gilda", en honor a la película protagonizada por Rita Hayworth, estrenada precisamente ese año de 1946, y que como el pincho,  era "verde, salada y un poco picante".



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