UN PLATO DE CAPRICHO
Hay platos que entran por la vista, y este, por lo menos para mí, es un ejemplo. En aquella ocasión que lo probé por primera vez, tenía pensado otro plato que aparecía en la carta, pero antes de que fuera atendido, vi pasar camino a una mesa vecina los susodichos huevos fritos con gulas y langostinos. No me lo pensé dos veces y cambié de opinión sobre lo que tenía pensado comer. ¡Y qué bueno que estuvo el requiebro!
Ingredientes para una persona: 2 huevos, 6 langostinos, 150 gramos de gulas, 2 patatas medianas, 2 dientes de ajo, 2 cayenas, aceite de oliva virgen extra y sal.
Elaboración: Pelar y cortar las patatas para a continuación, freírlas en abundante aceite de oliva a fuego medio, con el fin de que se doren y queden blandas por dentro. Reservar. En una sartén con un poco de aceite, dorar dos dientes de ajo cortados a láminas e incorporar los langostinos pelados y dos cayenas. Cocinar un par de minutos. Añadir las gulas y cocinar cinco minutos más. Reservar. Freír dos huevos sin que se haga en exceso la yema. Solo restará montar el plato. Cama de patatas fritas y sobre estas, las gulas y los langostinos. Coronar el plato con el par de huevos fritos.
Resultado, un plato bien caprichoso.
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