domingo, 18 de diciembre de 2022

01081 Buenos Compañeros

 NUNCA FALLAN


Soy de la humilde opinión que para disfrutar de la vida no hacen falta grandes fastos. Sirva este mismo punto de vista para trasladarlo a las cosas del yantar. Sencillos y populares alimentos, bien combinados y sin necesidad de dedicarles mucha atención a la hora de prepararlos, nos pueden deparar grandes momentos de deleite. De estos, hay infinidad. Son legión.

Buen ejemplo de ello, puede ser un sencillo plato de chorizo y pimientos verdes fritos. Son buenos compañeros y viejos conocidos entre ellos. Una pareja que se adapta a cualquier situación nacida de la improvisación o seleccionada a priori. Sabor recio, de tradición, ajeno al devenir del tiempo y de los tiempos.

A mano una hogaza de pan, de ese pan de miga y que pesa. Tiznarlo en cada bocado de grasa y pimentón, de salado aceite posado sobre la piel del verde acompañante. Y a mano también, según se tercie, un buen vino tinto o una rubia cerveza. Y que pase el tiempo, no hay prisa. Es momento de hablar, de lo que sea, mientras de ese plato salgan aromas que se dejarán caer sobre un hule de cuadrados trazados en blanco y rojo.








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