EN DÍAS DE LUZ, AIRE Y RECREO
Esas ganas de recuperar los pequeños placeres me lo recuerda esta ensalada campera disfrutada en mi última salida al campo en medio de un hermoso paraje; uno de tantos que nos regala la provincia oscense.
Recuperar el aire, la naturaleza, las largas conversaciones sin importancia tumbados al sol. Recrearnos y disfrutar de los platos típicos que conforman las necesitadas escapadas y que solo en estas circunstancias saben mejor, se aprecian más, adquieren otro gusto. Volver a jugar a con las piedras del frío río, mirar el ir y venir de las afanosas hormigas, rendirte plácidamente al prestado jardín de todos los jardines. Admirar acomodados paisajes de cerrado y apretado abrazo que salen al encuentro.
Todo así de sencillo, como esta sencilla ensalada campera que ahora miro y remiro hasta recordar cómo supo aquel día de aire, luz y recreo. No hay mucho más que explicar. Las cosas sencillas se desvisten de explicaciones.
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