SOBRENADANDO EN LAS PALABRAS
El tiempo necesario para conocerte
y descubrir tus sueños de tránsito pasajero.
Apenas te acaricio
y ya te veo en la distancia
repartiendo blancos besos en tu descuidado pasar.
Me gustaría mostrarte cómo pueden
volar las horas cuando el sol deja de quemar,
contagiarme de tu relajante júbilo en cada despertar,
Quédate un poco más.
Sé que es una locura,
lo sé,
como una locura es ver pasar y pasar
tu plateado aire
sin que puedas volver atrás.
No me acostumbro
a nuestros caprichosos encuentros,
a mi pétrea impotencia resignada.
Tendré que conformarme con ese momento
que se consume en apenas un rozar
y disfrutar de ese mágico instante
que la naturaleza está dispuesta a prestar.
Solo me queda aceptar
mi condición de piedra,
de estatua mojada para siempre;
tu espíritu de agua errante,
libre, limpio y a veces tan distante.
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