Acabo de hacer una tortilla de patata y no he podido resistirme a la tentación de comprobar su estado. Más que nada, porque está hecha con unas patatas que sobraron de un pollo asado, el del "limónenelculoconperdón", y del que ya di cuenta meses atrás en este blog. Tenía mis dudas, pero he de reconocer que estaba buena, buena. Como hago habitualmente, he fotografiado la elaboración para enviársela a las niñas por was y así vayan segregando jugos de camino a casa.
Cuando he tomado la instantánea sólo he visto una tortilla de patata a la que le faltaba un cuarto. Ahora, una vez enviada a Loreto y Jara, no sé por qué, me ha venido a la cabeza el juego de Pac-Man, más conocido popularmente como el comecocos. ¡Anda que en sus días no le eché horas al ñiqui, ñiqui, ñiqui de marras! Un laberinto repleto de círculos donde un "comecocos" tenía que tragárselos todos antes de que unos incansables fantasmas dieran al traste con el objetivo deseado. Recuerdo que no era muy ducho en la materia pero me entretenía, que de eso se trataba.
A raíz de la semejanza de la tortilla de patatas con el comecocos, me ha entrado la curiosidad por volver a jugar. Me he metido en una de las muchas páginas de descargas gratuitas de este juego pero no es lo mismo. Lejos de entretenerme me he puesto de los nervios. Los fantasmas van muy deprisa y no controlo con destreza el teclado. Echo en falta el joystick de por aquel entonces. Eso sí, la musiquita de fondo y el ñiqui, ñiqui, ñiqui... suenan igual. Me ha gustado su recuerdo.
He aprovechado la ocasión para saber algo más sobre este popular juego y leo que fue creado por el diseñador de videojuegos Toru Iwatani de la empresa Namco, y distribuido por Midway Games al mercado estadounidense el 21 de mayo de 1980. El Pac-Man se convirtió en un fenómeno mundial en la industria de los videojuegos y llegó a tener el Récord Guiness del videojuego de arcade más exitoso de todos los tiempos con un total de 293.822 máquinas vendidas entre los años 1981 y 1987, para acabar con el dominio de Space Invaders.
El juego consta de 255 niveles; no creo que yo pasara del 20. Y ahora me entero que los fantasmas tenían nombre propio: el rojo, Oikake, cazador o Dinky; el rosa, Machibuse, emboscador o Romp; el cian, Kimagure, caprichoso o Stylist; y finalmente, el naranja, Otoboke, bobo o Crybaby.
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