Sencillez y humildad, cómo no tenerlas siempre en cuenta. Cómo no contar con ellas en este porrón de cosas que me gustan.
miércoles, 18 de mayo de 2016
00292 Las Sardinas en Vinagre
OTRO DÍA BOQUERONES
Ring, ring! ¿Dime? Estoy en la pescadería del super y veo unas sardinas pequeñas y con muy buena pinta para hacerlas en vinagre. ¿Compro? Bien, ya sabes que nos gustan a todos y que entran bien siempre.
Esta es una conversación telefónica que se suele repetir con frecuencia. La tarifa plana es lo que tiene. Gloria sabe de antemano que las sardinas y los boquerones, en cualquiera de sus elaboraciones, son pescados siempre bien recibidos. En este caso se trata de sardinas que Gloria limpiará y pondrá en adobo, y que yo condimentaré.
Buen vinagre, mejor aceite y buenas lajas de ajo o picado, según venga el aire. Tan sencillo como el mecanismo de un chupete. Cómo y cuando tomarlas admiten varias escenas. Cena familiar de picoteo, un descuidado viaje de inspección a la nevera, en días de régimen para dar alegría a una desangelada lechuga o a un tomate abierto ardiente de compañía... Siempre, como decía en la improvisada conversación telefónica, entran bien y son bienvenidas.
Sencillez y humildad, cómo no tenerlas siempre en cuenta. Cómo no contar con ellas en este porrón de cosas que me gustan.
Sencillez y humildad, cómo no tenerlas siempre en cuenta. Cómo no contar con ellas en este porrón de cosas que me gustan.
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