lunes, 28 de octubre de 2024

01556 No Llevarse a Engaño

LA BELLEZA NO SIEMPRE ES VISIBLE


No llevarse a engaño.

La belleza no siempre es visible.

Muchas veces está oculta a los ojos,
que no saben de detalles.

Otras, pasa desapercibida,
como los días a los que no se les atiende.

La belleza no siempre salta a la vista.

Los ojos y el corazón
tienen que estar siempre atentos para encontrarla.




01555 El Osobuco

ESTOFADO CON ROBELLONES


Me apetece guarecerme en la cocina e impregnarme de algún olor familiar. Bueno, más que una apetencia, se trata de una necesidad. Desconozco el motivo, pero me he levantado con esa idea. Llegado a este punto, lo acostumbrado sería acudir al recetario que fui aprendiendo de mi madre. Quedan pocas recetas ya que traer hasta este caleidoscopio vital. Así, que he acudido a otra de mis fuentes de sabor e inspiración familiar; la de mi hermano Antonio.

Sus recetas las tengo recopiladas en una carpeta en folios y papeles. Hace tiempo que quiero pasarlas a un cuaderno, como hice con las de mi madre, pero no encuentro nunca el momento. Me lo apunto en mi larga lista de pendientes que no urgen. He comenzado a pasar papeles hasta que me he detenido en una receta para mí muy especial. Entre otras cosas, porque la primera vez que probé este manjar fue a través de uno de sus guisos. Lo recuerdo como algo excepcional. Me estoy refiriendo al estofado de osobuco con robellones.

A mí, que me encantan los guisos y la cocina sin tiempo ni prisas, me pareció un señor plato, de los de toma pan y moja. Nunca mejor dicho. La melosidad de la carne, la salsa y el acompañamiento de los robellones son de auténtico bodegón y homenaje al buen sabor. He tomado nota de los ingredientes necesarios y me he ido a la calle para hacer acopio de ellos.

De regreso en casa, y antes de ponerme manos a la obra, me he servido una copa de vino. No acostumbro a cocinar con una copa de vino al lado, pero la ocasión, así lo requería. He bebido un pequeño sorbo, alzado la copa y brindado por mi querido y añorado hermano. Con todos los ingredientes a la vista, he comenzado a impregnar la cocina de ese olor familiar que necesitaba.

Ingredientes para 6 personas: 4 piezas de osobuco, 3 zanahorias, 2 cebollas, 4 dientes de ajo, 1 pimiento verde, 1 pimiento rojo, 250 gramos de  robellones, 500 ml de caldo de carne, 50 ml de vino de Jerez, 2 hojas de laurel, aceite de oliva, harina, sal y pimienta.

Elaboración: Enharinar los trozos de osobuco, salpimentar, dorar en una sartén y reservar. En una olla, dorar la cebolla y el resto de hortalizas en trocitos muy pequeños. Añadir el vino y cocinar hasta que se evapore el alcohol. Incorporar la carne con el laurel y los ajos. Verter el caldo de carne, en cantidad suficiente que cubra todos los ingredientes. Cocer a fuego medio/alto hasta que observemos que la carne esté tierna. Mientras tanto, saltear los robellones en una sartén con un poco de aceite de oliva y un diente de ajo muy picado. Cuando la carne vaya a estar a punto, incorporar los robellones al estofado y cocinar durante unos cinco minutos más. Servir caliente.

El nombre de osobuco, ossobuco, proviene del idioma italiano y significa “hueso hueco”, “osso” hueso, “buco” hueco. Se trata de un corte longitudinal de carne, que va desde la pantorrilla hasta la corva de la vaca o ternera, pero sin llegar a ser una pieza totalmente cilíndrica. Su grosor se estrecha en la parte inferior y se ensancha en la parte superior. Es una pieza muy gelatinosa, perfecta para asados.  Este corte de carne también es conocido como morcillo, zancarrón o jarrete.




01554 Un Lugar Donde Soñar

HABLANDO CON LOS SUEÑOS


Los sueños parecen no tener cobijo ya. Buscan lugares donde guarecerse, crecer y reconfortarse. Todo parece estar ocupado por el engaño, la mentira y el odio, me dicen. No tenemos cabida. Y sonrío. Sonrío por no llorar. Anoche les dije que mirasen en el mar, porque seguro que, en la orilla o en el ataviado horizonte, siempre hay un espacio para soñar.




01553 Los Jurelillos Fritos

 SANO PESCADO AZUL


El pez que traigo a este caleidoscopio vital lo vengo consumiendo habitualmente en conserva. Me encanta tenerlo presente en mis variopintas ensaladas. No hace mucho tiempo lo pude degustar a modo de pescadito frito. Me gustó y sorprendió.

El jurelillo, conocido también como chicharro, txitxarro o escribano, es un pescado azul rico en ácidos poliinsaturados muy saludables para nuestro organismo. De fácil digestión, es un alimento que aporta proteínas de alto valor biológico, similares a las del huevo o la carne, además de aportar vitaminas y minerales como el magnesio, hierro, yodo y calcio.

Se trata de un pez gregario, que recala periódicamente en nuestras costas. Los más adultos acostumbran a encontrarse a unas millas mar adentro, mientras que los más jóvenes, sobre todo en verano, pasan mucho tiempo al resguardo de las bahías y los muelles.

El nombre de Jurel procede del mozárabe, surel, y este, del latín, saurus, lagarto, y antiguamente, en la actualidad las cosas han cambiado, se consideraba comida de pobres. Leo que “la puesta de huevos se realiza en la superficie y es de más de 120.000 huevos de 1mm de diámetro. Los huevos dan a larvas que al nacer tienen un tamaño de 2.5mm de longitud y que adquieren rápidamente la forma de pequeños chicharros”. Las crías de este pez sobreviven con facilidad, ya que durante la mayor parte de la primera fase de sus vidas viven al refugio de los tentáculos de las medusas. 




01552 El Croisant con Mascarpone

 DE LAPACA


Ya he comentado en alguna ocasión en este caleidoscopio vital, que son mis hijas las que me ponen al corriente de las novedades hosteleras y gastronómicas de la ciudad. En esta ocasión, y aunque algo sabía por la prensa de las excelencias de este establecimiento, fue mi hija Loreto quien hace un par de años me llevó a desayunar a este Olimpo de la pastelería mundial, como es la pastelería gourmet de Lapaca, ubicado en la capital oscense y con la firma del joven maestro Raúl Bernal.

En aquella oportunidad, y aconsejado por mi hija, me tomé un croissant de mascarpone. Me pareció algo delicioso; contundente, pero delicioso. Lo recuerdo como algo muy original y difícil de olvidar. Un sabor especial para un croissant también muy especial.

Desde entonces no había vuelto al establecimiento hasta hace escasas fechas, si bien había degustado de aquí otros productos en improvisados desayunos que Loreto ha traído a casa. En mi segunda visita volví a apostar por el croissant de mascarpone. Estuve a punto de cambiar, pero finalmente me incliné por el croissant que tan gratísimo sabor siempre me ha dejado. El hojaldre del croissant me parece de una delicadeza extrema y generoso relleno de mascarpone, fantástico.

Ahora que “ya me conozco” el camino, regresaré para seguir ampliando los sabores que este magnífico establecimiento ofrece y que, no me cabe la menor duda, pasarán a formar parte de este caleidoscopio vital, al igual que la propia pastelería. Otro encanto.

A modo de información, decir que Raúl Bernal estuvo considerado en 2011 como mejor maestro chocolatero de España y que en 2023 obtuvo el premio al mejor bombón artesano de España. Recientemente, Lapaca entraba a formar parte del Olimpo de la pastelería mundial al ser incluida dentro de Relais Dessert, una agrupación con más de 40 años de existencia y a la que pertenecen únicamente los mejores establecimientos del mundo.




01551 Poner Música a los Paisajes

EMOCIÓN EN BANDEJA


Me gusta poner música a los paisajes que me encuentro en mis caminos. Una manía como otra cualquiera. Como no sé componer, imito las que ya están escritas. Como tampoco sé cantar, las tarareo. Para esto tengo buen oído. En esta ocasión, he probado con varias canciones. Finalmente, me he quedado y tarareado "Days are numbers", de la banda Alan Parson Project. La emoción ha venido en bandeja.


01550 La Sopa de Fideos con Mejillones

SOPA PARA UN DOMINGO


En estos días la cuchara ha llegado a la mesa para quedarse. Me apetecen los platos de cuchara en cualquiera de sus versiones, que no son pocas. Y ya que hace unos días retomé el cuaderno de recetas que aprendí de mi madre, le he echado una ojeada en busca de algo que me hiciera especial tilín en estos momentos. Y sí, lo he encontrado. Se trata de una sopa de fideos con mejillones que me encantaba cuando la cocinaba. Es muy sencilla, rápida y sabrosa. Si mal no recuerdo, habitualmente la elaboraba en días festivos y como algo excepcional. Y francamente, así la recibía yo. Curiosamente, ahora me percato que también es domingo.

Ingredientes para 6 personas: 400 gramos de fideos, un kilo y medio de mejillones, 1 litro de caldo de pescado, una lata pequeña de tomate frito, una cebolla mediana, 2 dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra y sal.

Elaboración: Limpiar los mejillones y abrirlos en una cazuela con un poco de agua. Separar la carne de la concha, reservar y colar el caldo. En una cazuela con un poco de aceite, sofreír la cebolla y los dientes de ajo, cortado todo muy fino. Cuando la cebolla comience a coger color, incorporar el tomate frito y rehogar durante un par de minutos. A continuación, añadir el caldo de pescado. En el momento de empezar a hervir, introducir los fideos y sazonar. Cuando los fideos estén casi listos, incorporar el caldo que se había reservado de los mejillones, remover e incorporar los mejillones. Cocinar un par de minutos removiendo continuamente y dejar reposar unos cinco minutos. Servir caliente.