jueves, 27 de marzo de 2025

01645 Un Momento Preciso

 IRREPETIBLE


Ha sido en un momento preciso. He querido mejorar la imagen sin conseguirlo. He pretendido hacer otra fotografía, pero el momento preciso se había desvanecido.


miércoles, 26 de marzo de 2025

01644 Los Mejillones a las Finas Hierbas

 SENCILLOS Y RECURRENTES


Esta es la novena referencia que hago a tan delicioso molusco. Prueba de que me encantan los mejillones. Son muy agradecidos en la cocina, a tenor del buen número de recetas que existen en torno a ellos. Todas muy sencillas, recurrentes y sobre todo, riquísimas.

Hace escasas fechas, probé unos mejillones en un restaurante, para mí novedosos, que me entusiasmaron. Obedecían al nombre de "mejillones a las finas hierbas". Presté atención al aspecto que presentaban y a los sabores que me fueron llegando. Tomé nota y hoy es el día que los he reinterpretado en casa con bastante similitud a los consumidos en el restaurante. Me parecen una buena propuesta junto a un buen y fresco vino blanco, aunque en esta ocasión, han estado acompañados de una sidra. Y es que los mejillones, nunca dejan de sorprenderme.

Ingredientes: 1 kilo de mejillones, 1/2 vaso de vino blanco, 2 limones, romero, tomillo, pimienta blanca molida, aceite de oliva virgen extra y sal.

Elaboración: Limpiar los mejillones. Introducir los moluscos en una cazuela amplia con un poco de agua, tapar la cazuela, y dejar en el fuego hasta que se abran. Sacar del fuego y reservar. En un cuenco, mezclar un par de cucharadas de aceite, el zumo de dos limones, el vino, una cucharada de romero y otra de tomillo, un poco de pimienta blanca molida y sal. Mezclar bien y verter sobre los mejillones. Cocinar a fuego medio durante unos diez minutos y servir. 





lunes, 24 de marzo de 2025

01643 Las Sobras

 ALGO ESPECIAL


Mi querencia hacia las sobras de comida viene desde que tengo uso de razón. Me encanta, sobre todo, cenar de sobras. Recuerdo, en mi edad juvenil, que según de qué platos se tratara, prefería no repetir en la comida para que de esta manera sobrara para cenar. Algunos ejemplos, paella, macarrones, cualquier carne empanada o algunos de los deliciosos guisos que cocinaba mi madre. Pero sobre todas las cosas, la tortilla de patatas. En ocasiones, cuando la tortilla o tortillas iban algo justas a tenor de los comensales reunidos en torno a la mesa y las raciones iban algo justas, de mi porción guardaba parte para la cena o el desayuno del día siguiente, avisando reiteradamente al resto de moradores de la casa, que ese trozo lleva escrito mi nombre e incluso mis apellidos. Con todo, alguna que otra sorpresa me llevaba, con mi consiguiente enfado y desilusión.

Ahora, mis cenas son más frugales y rara vez me pongo delante de un plato en condiciones, salvo cuando ha quedado algo de la comida. Doy por cumplidas mis cenas con algunas piezas de fruta. También es cierto que no es habitual que sobre comida. Cocinar para tres, tal y como somos en la actualidad, resulta más sencillo en cuanto a cantidades se refiere. Además, siempre acabo comiéndome el "para lo que queda".

Eso sí, cuando hay tortilla de patatas para comer, sí o también, tiene que quedar para cenar. Me sigue pareciendo un escándalo de cosa rica. Me siento delante de ella como un niño con zapatos nuevos, como se decía antes. Además, como esto acontece de manera muy, muy esporádica, todavía me regocijo más, si cabe. En esta ocasión, se han aliados dos sobras: tortilla de patatas y pimientos a la siciliana (ver entrada número 01289). Apoteósica cena. Será que mi nivel de exigencia en las cosas terrenales entró hace tiempo en mínimos, pero qué bien que me he ido a dormir. Y es que las sobras sobras tienen algo de especial.





01642 Días Sin Nombre

 NI APELLIDO


Me preguntas en qué día vivimos. No lo sé. Es un día sin nombre ni apellido. Es un día más. Es lo único que importa.


01641 Paisajes Escritos 8

 ATALAYA


Atalayas que parecen infinitas, se asoman siempre a una tierra desprendida.

Óleo sobre lienzo de Fernando Herce.
Texto de Antonio Herce
Exposición: Paisajes Escritos. Huesca, junio de 2015





domingo, 23 de marzo de 2025

01640 Los Patios Cordobeses

UN REGALO PARA LOS SENTIDOS


La ciudad de Córdoba atesora muchos motivos para ser visitada una y otra vez. Fuentes, jardines, conventos, conjuntos escultóricos, iglesias, casas, palacios, calles, plazas, murallas, su gente, su impresionante Mezquita-Catedral… y sus patios, declarados por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. A estos últimos voy a dedicarles su merecido espacio en este caleidoscopio vital. No me canso de mirarlos y admirarlos, aunque sea solo en fotografía. Me parecen todo un espectáculo de sensibilidad y vida.

Aunque la tradición de los patios cordobeses se remonta a la época romana, fue durante la época musulmana cuando se consolidaron como una parte fundamental de la vida cotidiana de la ciudad. Por aquel entonces, estos espacios cubiertos y decorados con plantas, fuentes y elementos ornamentales, se utilizaban como lugares de descanso y de encuentro familiar. Con la llegada de los cristianos, esta tradición se mantuvo y se fue enriqueciendo con nuevos elementos decorativos y arquitectónicos.

Por lo que he podido leer, estos espacios al descubierto de la vivienda, que “sirven como iluminación y ventilación del resto de las dependencias, es herencia de la casa islámica que se caracterizaba por la construcción de fachadas orientadas hacia su exterior. El aspecto exterior carecía de relevancia, pues se construía con un simple muro ciego. “Tras la conquista cristiana de la ciudad, esta estructura arquitectónica se mantuvo y aún perdura en las actuales viviendas”.

Pozos y fuentes embellecen los patios cordobeses que, junto a las flores plantadas en macetas y arriates, eras estrechas y dispuestas para tener plantas de adorno junto a las paredes de jardines y patios, conforman una bella imagen de agua, luz, vegetación y colorido. Para completar el espacio, se acostumbra a incluir muebles antiguos, enseres de cocina o restos arqueológicos, lo que confiere al lugar un plus añadido, ya de por sí hermoso y acogedor.

Los patios cordobeses se agrupan fundamentalmente en dos grupos; los llamados patios monumentales y señoriales, y patios de concurso. En el primero se recogen “aquellos relativos a antiguos palacios de la aristocracia local o a señalados edificios religiosos”. Por ejemplo, el afamado Patio de los Naranjos, el de la sinagoga o el santuario de la Fuensanta. Y en cuanto a los señoriales, destaca el Palacio de Viana que integra doce patios en su interior de diferente estilo arquitectónico.

En cuanto a los patios de concurso, aquí se inscriben todos los que han participado en el concurso municipal desde su inicio en 1921 hasta la actualidad, agrupándose en dos categorías; de arquitectura antigua y de arquitectura moderna o renovada. “Los primeros son aquellos que han sido construidos hasta la década de los sesenta y que conservan sus principales características estructurales. En cambio, los patios de arquitectura moderna son aquellos que pertenecen a una nueva vivienda edificada tras la demolición de una anterior o que han sufrido tal nivel de intervención que han perdido sus elementos más significativos”.

El concurso de los patios cordobeses se celebra en el mes de mayo. Durante estos días, los patios presentados a concurso abren sus puertas al público, así como las casas y edificios públicos.

Se podría decir que los patios son un regalo para los sentidos: el aroma de las plantas y de la húmeda tierra, el sonido del fluir el agua, el colorido de las flores y sus pintorescos maceteros sobre encaladas paredes, y las sensaciones que transmiten la belleza y sensualidad de todos y cada uno de los patios, por muy humilde y sencillo que sea. 

 





01639 Arraigo, Belleza y Armonía

SANTUARIO DE LORETO


El arraigo, la belleza y la armonía ni se esconden ni se buscan. Como la vida, salen a tu encuentro con apenas la cara lavada y un olor a buenos días.