
Con esta iniciativa se pretende que el libro encuentre su lector y que el lector encuentre su libro. Me gusta la propuesta de mantener una cita a ciegas con los libros. Nunca se me hubiese ocurrido una cita a ciegas con la palabra, el sentimiento, el verso, la tradición, la fantasía, la intriga, el amor o el desamor, el apego, la confesión, la vivencia personal... y además, una cita envuelta en papel de regalo. Nada se sabe de ellos, ni de su decir, ni una reseña, ni un sugerente título, ni una portada que nos pueda atraer o atrapar. Nada, solo que están allí en espera de una cita.
Una cita atractiva y poco arriesgada, que ya no estamos para sobresaltos ni para aventuras descontroladas.
Una cita atractiva y poco arriesgada, que ya no estamos para sobresaltos ni para aventuras descontroladas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario