UN PEQUEÑO VIAJE
Quise ver el alma de las cosas, allí donde el corazón no late para hacerse metáfora. Allí donde se dicta el verso para hacerse palabra, donde la verdad, si la hay, no escapa.
Con la torpeza de aprendiz, seguí meticuloso el trazado de la rama. Atento, despacio, conteniendo la respiración para no distraerme en nada. En el transcurrir del pequeño viaje me pareció vislumbrar trampas, tentaciones con las que disuadirme del trazado previsto y algún aire que se entrecruzó en el camino.
Reuní toda mi atención y abandoné el suelo para hacerme rama. De equilibrio en equilibrio, entre levedad y vértigo, avancé hasta casi tocar su alma. Era una gota de agua, aliento de rocío en la mañana.
En un día invernal, al levantar la vista para ver que encontraba, quise ver el alma de las cosas antes de que se mudara.
¡¡¡ME ENCANTA!!!
ResponderEliminarGracias, Alicia.
EliminarGracias, Alicia.
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