No voy a entrar en detalles de cuánto han cambiado las Navidades en los últimos años. O igual es que hemos cambiado nosotros. Podría ser motivo de debate que dejaré para otra ocasión. El caso es que en casi nada se parecen a como alcanzo a recordarlas.
Mis cinco hermanos, soy el pequeño de seis, venían a casa como el turrón, por Navidad. Los días previos todo eran preparativos para recibirles. Distribución de camas y habitaciones, limpieza general, cuatro adornos navideños, Nacimiento, árbol..... y menús. Al margen de los tradicionales platos que no podían faltar en la mesa, cardo con piñones, langostinos a la americana, pollo relleno, fiambres con huevo hilado..., había que pensar en los menús de los días no festivos.
Cada hermano tenía una debilidad gastronómica: Gemma, "ensaladilla rusa", Machacha, "sopa María Engracia", que consistía en un caldo de ave con sémola y huevo duro y que yo aborrecía; "arroz con leche" para Manolo, "longaniza al horno con puré de patata" para Pepe, y "guisantes con jamón" o "riñones al Jerez" para Antonio. Platos sencillos como la sencillez en la que aprendimos a vivir y ser felices. De estos, hay uno que suelo repetir con frecuencia a petición de mis hijas porque, como tantas otras cosas, me evoca a mi madre, Engracia, y a los buenos momentos que pasamos en torno a la cocina blanca Balay de cuatro infiernillos y negro horno.
Ingredientes para 4 personas: 1 longaniza cruda o semi curada de Graus, según gustos; puré de patata, natural o de copos. Recomiendo en este último caso el de la casa Maggi. Con un sobre es suficiente; 1 litro de leche, una pizca de mantequilla y otra de sal para hacer el puré; 250 grs. de queso rallado para gratinar (añadido a la receta original; y 100 cls. de tomate frito.
Preparación: Se coloca la longaniza ligeramente pinchada en una fuente de asar y se introduce al horno precalentado. Cuando la longaniza empieza a soltar la grasa, se saca del horno y se cubre con el puré de patata que habremos preparado con anterioridad. El puré tiene que quedarnos un poco espeso. Antes de introducir la fuente de nuevo al horno, añadimos tomate frito sobre el puré. Lo del queso rallado se trata de un añadido posterior a la receta materna. Dejar en el horno hasta que se gratine el queso o durante 15 o 20 minutos si sólo lo hacemos con el tomate.
Ingredientes para 4 personas: 1 longaniza cruda o semi curada de Graus, según gustos; puré de patata, natural o de copos. Recomiendo en este último caso el de la casa Maggi. Con un sobre es suficiente; 1 litro de leche, una pizca de mantequilla y otra de sal para hacer el puré; 250 grs. de queso rallado para gratinar (añadido a la receta original; y 100 cls. de tomate frito.
Preparación: Se coloca la longaniza ligeramente pinchada en una fuente de asar y se introduce al horno precalentado. Cuando la longaniza empieza a soltar la grasa, se saca del horno y se cubre con el puré de patata que habremos preparado con anterioridad. El puré tiene que quedarnos un poco espeso. Antes de introducir la fuente de nuevo al horno, añadimos tomate frito sobre el puré. Lo del queso rallado se trata de un añadido posterior a la receta materna. Dejar en el horno hasta que se gratine el queso o durante 15 o 20 minutos si sólo lo hacemos con el tomate.
Servir un trozo de longaniza con abundante puré.
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