BAÑADAS EN CHOCOLATE
De nuevo, fiesta en la cocina con color y sabor. Naranjas, chocolate y expectación. Se atisba la llegada de la Navidad. Veo a Gloria cortando unas hermosas y redondas naranjas. Le pregunto qué va a hacer. Naranjas confitadas con chocolate, me responde.
No soy muy goloso. No doy un paso por lo dulce, me inclino más por lo salado. Puedo tener ante mí un buen surtido de pasteles o una apetitosa tarta y ni cantearme. Algo que no sucede, por ejemplo, con los snaks. No obstante, dicho lo cual, confieso que tengo alguna que otra debilidad repostera.
Me intereso por su elaboración. Gloria me dice que son sencillas de hacer, si bien requieren su tiempo. Es muy meticulosa en sus quehaceres. En dos horas podrían estar listas pero a ella le gusta que la naranja esté bien seca antes de impregnarla en chocolate. Por este motivo, aún deberán transcurrir dieciocho o veinticuatro horas hasta que podamos catarlas. Merece la pena la espera. El resultado es sobresaliente. Es un pequeño anuncio de la llegada de la Navidad.
Ingredientes: 4 naranjas, 400 gramos de azúcar moreno, 1 litro de agua y 2 tabletas de chocolate para fundir.
Preparación: En una cazuela ponemos el agua y el azúcar moreno a calentar. Mientras tanto, cortamos las naranjas en rodajas finas. Cuando el agua empieza a hervir, introducimos las rodajas de naranja que dejaremos cocer a fuego lento por espacio de 45 minutos. De vez en cuando, removeremos las naranjas con sumo cuidado para que no se partan, con el fin de que se bañen bien y no se peguen entre sí.
Cubrimos con papel de horno una bandeja de horno y depositamos las naranjas que introduciremos en el horno a una temperatura de 70º C por espacio de unos 15 minutos. Es importante que las rodajas de naranja estén bien secas antes de bañarlas en el chocolate fundido. Una vez bañadas las dejaremos enfriar sobre un papel parafinado.
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