DE DIARIA OBLIGACIÓN
No me canso de mirar y cuanto más miro, más admiro. Me desfonda más fijarme en las torpezas de cada día o en la falta de atención desatendida. Soy feliz desde mi modesta y humilde posición. Mirar me complace y satisface. Solo mirar y dejar que el tiempo pase. Sin deducciones ni prejuicios que de nada sirven y tan poco merecen.
Mirar para no desfallecer en la labor doméstica de cada jornada, en cada paso de cabizbajo caminar. Como el pequeño filósofo, tampoco voy a contar mi vida, que sea el mirar con su color y su aliento quien la escriba.
Jugar con las formas en una tarde cualquiera. Escuchar el silencio del jardín vecino. Trepar por balcones sin entrada. Golpear con los nudillos puertas imaginadas. Es el mirar el que manda, quien busca el recreo en el reposo profundo.
Ayer fue mirada embelesada de niño que no crece. Mañana tal vez sea un guiño cómplice a un recuerdo que parecía dormido. Hoy, no me canso de mirar una planta entusiasmada que cobija a los duendes en un lugar amable de la montaña.
No me canso de mirar y cuanto más miro, más aliviado respiro.
qué POETA sigues siendo .. Gracias y no cambiess . mis cariños y admiración y gratitud por siempre Fernando
ResponderEliminarSiempre tan atenta y cariñosa, Carmela. Un beso enorme. A ver si me puedo escapar a mi querido Monzón y echamos una larga "charradeta".
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